La supercomputación es la Fórmula 1 en el apartado de los servidores. Una supercomputación que Fujitsu ha decidido acercar a las masas con el Primergy CX600 M1, un equipo democratizador que extiende las bondades de la supercomputación a un mayor espectro de mercado. Tradicionalmente unida a la investigación (universidades y centros científicos), con este nuevo equipo sus capacidades de análisis y de capacidad de cómputo se pueden trasladar, a un coste razonable, a la industria, como es el caso de las empresas relacionadas con la construcción, la aeronáutica o la energía. Sin olvidar, por supuesto, su utilidad en el segmento de la medicina o en las empresas con grandes exigencias en el análisis de datos.
Juan Antonio García, director de desarrollo de negocio de HPC y analytics, se encargó de desentrañar por qué esta máquina tiene este componente democratizador: su mayor densidad, que permite modernizar los centros de datos; sus altas capacidades de refrigeración líquida; su compatibilidad con los entornos actuales y, sobre todo, con el software y con las aplicaciones que utilizan las empresas; y por encima de todo, los nuevos motores de Intel que incorpora: la segunda generación Intel Xeon Phi, que se integra en la máquina como procesador principal, lo que le exime del uso de cualquier otra fuerza motora. “Es completamente disruptivo en relación con todo lo anterior. No es una evolución sino un salto enorme en el desarrollo de la supercomputación”, corroboró Adriano Galano, director de HPC en Fujitsu, que además puntualizó que en esta máquina el dato está, cada vez, más cerca de la CPU, “lo que permite que su acceso a él sea cada vez más rápido”.
Simón Viñals, director de tecnología de Intel, apuntó otra ventaja más: la máquina utiliza un código de máquina x86, lo que eleva sus capacidades de compatibilidad “ya que le permite ejecutar cualquier carga de trabajo”.
De sus previsiones de implantación en España habló Juan Antonio García que apuntó el segmento de la sanidad como un área con enorme atractivo. “No sólo en el ámbito farmacéutico sino en la labor de los hospitales, para ayudarles en el desarrollo de tratamientos personalizados a los pacientes”.
En su carta técnica, el superservidor puede albergar, en un solo rack estándar hasta 168 nodos de cómputo, más de 12.000 cores y 64 TB de memoria, lo que proporciona más de 500 Teraflops. “Hemos dado un paso más para ser los primeros en lograr una máquina que alcance 1 Exaflop”, recordó Galano.