El gasto mundial en infraestructuras y software de nube para redes de telecomunicaciones pasará de 17.400 millones de dólares en 2025 a 24.800 millones en 2030, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 7,3 %, según el informe Telco Network Cloud Market Tracker – 2025 Annual Forecast de Omdia.
El estudio señala una aceleración significativa en la adopción de la nube por parte de los proveedores de servicios de comunicaciones (CSP), que se espera alcance un crecimiento del 12 % en 2025, duplicando la tasa registrada en 2024. Este impulso se atribuye a la madurez de las herramientas cloud-native, los marcos de automatización y la integración de inteligencia artificial (IA) y GenAI en la gestión de redes.
“Los operadores están modernizando sus infraestructuras para soportar funciones de red nativas de la nube y automatización basada en IA”, explica Inderpreet Kaur, analista senior de Omdia. La migración hacia funciones de red en contenedores (CNF) está animando a las telcos a invertir en plataformas capaces de gestionar tanto funciones virtualizadas como en contenedores (VNF y CNF).
Entre las principales tendencias del mercado destacan el creciente soporte de IA/ML, considerado crítico por más del 62 % de los operadores; el aumento del gasto en plataformas basadas en Kubernetes, con un crecimiento previsto del 25 % anual; y la adopción de nube pública para cargas de trabajo de red, que pasará del 3 % en 2024 al 13 % en 2030.
Red Hat lidera actualmente el mercado de gestión de infraestructura cloud para telecomunicaciones con una cuota del 25 %, consolidándose como el principal proveedor de plataformas para este sector. Además, los proveedores que quieran competir en este segmento deben adoptar prácticas de CI/CD y GitOps para automatizar el ciclo de vida de clústeres y cargas de trabajo de red.
La transformación hacia entornos cloud-native permite a los operadores de telecomunicaciones aumentar la eficiencia, mejorar la flexibilidad y acelerar la implementación de nuevas funciones de red. La migración a la nube se consolida así como un paso estratégico para mantener la competitividad en un mercado marcado por la innovación tecnológica y la creciente demanda de servicios digitales.





































































