El Tribunal de Cuentas Europeo señala, en su nuevo informe, que los Estados miembros de la Unión Europea solo han abordado parcialmente los problemas estructurales de su entorno empresarial mediante las reformas e inversiones comprometidas a cambio de la financiación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Así, el organismo señala que, aunque algunas las reformas han comenzado a generar mejoras, la mayoría se han retrasado y solo una pequeña parte de las completadas hasta la fecha ha ofrecido resultados significativos.
Creado en 2021 para mitigar los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 y promover una recuperación sostenible, el MRR movilizó 650 000 millones de euros. A cambio, los países debían emprender reformas e inversiones que respondieran a las recomendaciones específicas por país de la UE, especialmente en áreas como la simplificación fiscal, el acceso a la financiación o la reducción de la carga normativa.
Antes de la pandemia la Unión Europea había emitido 82 recomendaciones a los Estados miembros para mejorar su entorno empresarial. En respuesta, los planes nacionales de recuperación incluyeron 157 reformas y 254 inversiones vinculadas a estas recomendaciones, con un coste estimado de 109 000 millones de euros. Sin embargo, los auditores constatan que ninguna de las recomendaciones se ha cumplido completamente y que alrededor de la mitad se abordaron solo de forma marginal o quedaron sin tratar.
El informe también indica que el 7 % de las recomendaciones fueron totalmente ignoradas, y que los progresos son especialmente lentos en comparación con otras áreas, como el mercado laboral. En este sentido, un tercio de las recomendaciones relacionadas con reformas laborales tampoco se ha traducido en acciones concretas.
En los cuatro países visitados por los auditores (Bulgaria, España, Chipre y Austria) la mayoría de las reformas sufrieron retrasos y más de una cuarta parte permanecía incompleta en abril de 2025, cuando finalizó la auditoría. Dado que todas las medidas deben completarse antes de agosto de 2026, los auditores advierten de que nuevos retrasos podrían comprometer la consecución de los objetivos del MRR.
Aunque las reformas adoptadas han producido algunos avances tangibles, como la aprobación de legislación específica, los efectos reales sobre la economía aún tardarán en hacerse visibles. De hecho, solo un tercio de las reformas completadas ha generado resultados significativos hasta la fecha, y en muchos casos estos podrían verse limitados por su alcance temporal o por la posibilidad de que sean revertidos.
El Tribunal concluye que el impacto del MRR en la mejora del entorno empresarial es desigual y que, pese a ciertos avances, los países de la UE todavía están lejos de cumplir plenamente los objetivos de transformación estructural que se propusieron con los fondos de recuperación.
Por todo ello Ivana Maletić, miembro del Tribunal responsable de la auditoría, confirma que “La UE ha utilizado el dinero de la recuperación de la pandemia como un aliciente para que los países emprendan importantes reformas del entorno empresarial, pero, en gran parte, los resultados aún no están a la vista”.





































































