El mercado global de servicios de infraestructura en la nube continúa su ascenso sin freno. Según datos de Canalys, firma de análisis parte de Omdia, el gasto mundial en este sector alcanzó los 95.300 millones de dólares en el segundo trimestre de 2025, lo que supone un crecimiento interanual del 22 %. Es el cuarto trimestre consecutivo con una expansión superior al 20 %, en un entorno impulsado por el auge de la inteligencia artificial, el regreso de migraciones desde sistemas heredados y la consolidación de empresas nativas digitales.
En este escenario de crecimiento, Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud mantuvieron su dominio en el mercado, concentrando en conjunto el 65 % del gasto global en infraestructura cloud. El gasto de los clientes con estos tres grandes proveedores creció un 27 % respecto al mismo periodo del año anterior, reflejando el papel cada vez más central de las grandes tecnológicas en la economía digital.
En términos relativos, Azure y Google Cloud lideraron el crecimiento, con subidas superiores al 30 %, mientras que AWS, aunque con un ritmo más moderado del 17 %, continúa siendo el principal proveedor del mundo, con una cuota del 32 %. Le siguen Azure (22 %) y Google Cloud (11 %). En ingresos absolutos, AWS volvió a liderar con claridad.
La demanda de infraestructura está fuertemente ligada a las cargas de trabajo asociadas a la inteligencia artificial generativa, que requieren entornos potentes para entrenar e implementar modelos a gran escala. Este fenómeno ha desencadenado una nueva ola de inversiones masivas por parte de los principales proveedores cloud.
Google, por ejemplo, ha elevado su previsión de inversión en capital para este año, pasando de 75.000 a 85.000 millones de dólares. AWS prevé superar los 100.000 millones, mientras que Microsoft planea destinar cerca de 80.000 millones a la expansión de su red global de centros de datos. El mensaje es claro: la carrera por liderar la inteligencia artificial también se juega en el terreno de la infraestructura.
Con este panorama, la nube no solo se consolida como la columna vertebral de la economía digital, sino también como la plataforma estratégica para el desarrollo y la adopción de la inteligencia artificial. Y todo indica que esta tendencia seguirá acelerándose.