Ingram Micro está afrontando este año con optimismo. Jaime Soler, vicepresidente y country chief executive Iberia de Ingram Micro, señala que ante el momento histórico que estamos viviendo con el desarrollo de la inteligencia artificial el canal está trabajando para que nadie se quede atrás. “Ya estamos ayudando a nuestros clientes y partners a integrar la IA y a actualizarse constantemente para no quedarse atrás”, confirma.
En este contexto, en el que se observa cierto retraso en la transformación digital del tejido empresarial por varios factores, Soler cree que “el sector tecnológico está inmerso en la tarea de acompañar a las empresas con menos recursos y conocimientos para planificar junto a ellos programas de digitalización adaptada a sus capacidades y necesidades”.
Este acompañamiento se refleja en la estrategia del mayorista que es “trabajar junto al cliente para entender sus necesidades y atenderlas a través de la tecnología que necesitan para ganar competitividad, eficiencia y sostenibilidad a largo plazo en sus negocios y operativas”.
España sigue rezagada en el ámbito de la transformación digital de las empresas, a pesar de las iniciativas puestas en marcha en los últimos años para digitalizar al tejido empresarial. Según se recoge en el último informe de la Comisión Europea que mide el progreso de los Estados miembros para cumplir con los objetivos establecidos en el programa sobre la “Década Digital 2030”, nuestro país ocupa el puesto 18º en este apartado con una puntuación de 8,7 frente al 9,6 de la media de la Unión Europea, lo que dificulta la consecución de las metas establecidas. A su juicio, ¿cuáles son las causas de este retraso? ¿Qué papel tendría que desempeñar el sector tecnológico durante 2025 para ayudar a las empresas a completar su digitalización?
Todos los estudios coinciden en que la naturaleza del tejido empresarial español es la principal causa de esta desventaja en transformación digital que vemos en España. Se calcula que el 98 % de las empresas españolas son pymes, y aunque es una cifra similar a la de países como Alemania, la realidad es que en España hay muchas microempresas que solo tienen como único empleado al propietario y ahí es muy difícil introducir grandes avances en digitalización porque depende de muchos más factores que simplemente renovar el parque de dispositivos como ordenadores o smartphones. Hace falta formación, acompañamiento para planificar un proceso de transformación digital, mantenimiento… Requiere trabajo, esfuerzo e inversión, factores que muchas veces suponen un auténtico lujo para las empresas de este perfil.
En este sentido, el sector tecnológico está inmerso en la tarea de acompañar a las empresas con menos recursos y conocimientos para planificar junto a ellos programas de digitalización adaptada a sus capacidades y necesidades, con el objetivo de que ganen competitividad a través de la tecnología que les permita crecer. Esto genera un círculo virtuoso, ya que esa primera digitalización, y su consecuente mayor competitividad, se traducen en mejoras en las cifras de negocio que le aportan más recursos a la empresa para crecer, y así sucesivamente. Pero no es fácil explicar a una microempresa que tiene que hacer determinados desembolsos, que muchas veces, no puede afrontar por la dureza del día a día. Muchas empresas españolas se centran simplemente en sobrevivir, así que planificar procesos de transformación a varios años vista no entraría a priori en sus planes, y no es por falta de interés, sino por la limitación de recursos para asumirlo. Por eso es necesario seguir impulsando programas como el Kit Digital, donde se ayude a estas empresas a ir haciendo pequeños avances hacia esa transformación.
En su caso particular, ¿cómo afronta 2025? ¿Dónde se encuentran las mejores oportunidades de negocio para su compañía y qué estrategia van a poner en marcha para aprovecharlas?
Ingram Micro afronta 2025 con mucha ilusión y alineado con la expectativa positiva que nos muestra Context. Vivimos un momento clave para la transformación digital y el desarrollo tecnológico, un proceso histórico en el que estamos siendo testigos y partícipes directos del desarrollo de la inteligencia artificial, que podríamos comparar en alcance y disrupción al nacimiento de Internet. Un cambio que, desde el canal, y el sector tecnológico en general, estamos contribuyendo a construir para que nadie se quede atrás ya desde esta primera fase de desarrollo e implantación. La experiencia nos ha demostrado que cuanto más tardemos en asumir las nuevas tecnologías, más difícil será después recuperar esa desventaja por la gran brecha generada. Por eso ya estamos ayudando a nuestros clientes y partners a integrar la IA y a actualizarse constantemente para no quedarse atrás. Nuestra estrategia no varía: trabajar junto al cliente para entender sus necesidades y atenderlas a través de la tecnología que necesitan para ganar competitividad, eficiencia y sostenibilidad a largo plazo en sus negocios y operativas.