“Cualquier organización que no cuente con el control del dato va a ver peligrar su supervivencia”. Ignacio de Pedro, director general de Veritas en España y Portugal, señala el mayor desafío que tienen las empresas. El fabricante, rendido a la protección y al gobierno del dato, junto a la alta disponibilidad, mantiene un liderazgo en todos estos entornos, con el backup como puntal de negocio.
En un panorama cada vez más complejo, en el que la seguridad manda, de Pedro reconoce que su oferta tiene que ser cada vez más complementaria con la que exhiben los fabricantes de ciberseguridad. “Debemos ofrecer a las empresas una ciberresiliencia completa. Ayudamos a detectar que las están atacando, a protegerse gracias a las copias de seguridad o a la alta disponibilidad; y a recuperarse ante un ataque”.
La protección de datos y la alta disponibilidad siempre han estado en el centro de la propuesta de valor de Veritas. Ahora, en este competitivo mercado de la protección y gestión del dato, con tantos fabricantes, ¿qué define a Veritas? ¿Qué la hace diferente del resto de los competidores?
Históricamente, los pilares de negocio de Veritas han sido la protección del dato y la alta disponibilidad. Pero, realmente, junto a estas dos áreas, está también el gobierno del dato, muy en voga en la actualidad. Nuestra ventaja es nuestro liderazgo en todas ellas.
Exhibimos un elemento diferencial, con el que contamos históricamente. Desde mediados de la primera década del presente siglo, los clientes demandaban, por ejemplo, la gestión de volúmenes entre distintos sistemas operativos, especialmente en Unix; una necesidad a la que dio respuesta Veritas ofreciendo a los clientes la posibilidad de contar con una capa única de almacenamiento, siendo indiferente de la capacidad de cómputo que hubiera por encima.
En este momento, estamos en un punto idéntico en materia de alta disponibilidad. No con sistemas operativos sino con los proveedores de cloud público. Aunque estos mantengan una filosofía propietaria, Veritas asegura una interoperabilidad, con la posibilidad de mover cargas entre ellos, lo que nos permite exhibir una diferenciación en el mercado.
No hay que olvidar nuestra capacidad de adaptación; sea cual sea el paradigma que haya habido en cada momento de la historia con la protección de datos, siempre hemos sido visto como líderes. Gartner así lo ha reconocido, 17 veces seguidas, en su cuadrante mágico. Hemos sabido leer el mercado y escuchar a nuestros clientes.
En un entorno tan complejo en el área de la gestión de los datos, con un contenido cada más rico, con volúmenes cada vez más grandes y con mayores capacidades de hacer analítica sobre el dato, ¿a qué retos principales se enfrentan las empresas? ¿Qué es lo que más les preocupa?
Es esencial escuchar al cliente para cumplir con sus necesidades. Hasta hace unos años, se defendía que el dato era el petróleo del siglo XXI. Para mí, ya no es el petróleo. Ahora el dato es el agua del siglo XXI. ¿Cuál es la diferencia? El petróleo nos generaba riqueza, pero el agua, además, nos da la capacidad de supervivencia. Ahora, cualquier organización que no cuente con el control del dato, en muchos de los casos no tiene capacidad de supervivencia. Este es el mayor desafío que tienen las empresas.
Adicionalmente, la explosión de la información es una tendencia y hay que tener claro que provoca retos distintos. El primero, muy importante en los entornos cloud, es la responsabilidad y la propiedad del dato. Muchas empresas no son conscientes, cuando firman contratos con un proveedor de cloud, de quién es el responsable de lo que pasa con ese dato.
La ciberresiliencia es otra tendencia. Y, por último, el gobierno de la información. Junto a estas tendencias de mercado, los clientes, en su día a día, quieren saber dónde está el dato y asegurarse de que esté siempre disponible. Y, para los CEO, la máxima preocupación es la seguridad de la información.
Hace unos años algunas consultoras señalaban que el 52 % de los datos de los clientes permanecía “oscuro” en diferentes sistemas, sin poder ser protegido ni cumplir con normativas como el GDPR. Además, los CIO se encuentran con plataformas con diferentes productos, distintos orígenes y varias arquitecturas, algo complicado de gestionar. ¿Se ha mejorado en este apartado o se sigue “sufriendo” esa falta de visibilidad de los activos?
Hay que recordar que hay tres tipos de datos no estructurados. El dato blanco o limpio, que supone entre el 10 y el 15 % del total, es el que nos “sirve” para el negocio, con el que trabajamos todos los días. Además, está el dato redundante, obsoleto o trivial (ROT), que no nos aporta nada y que genera gastos asociados con su mantenimiento. Por último, con un porcentaje superior al 50 %, está el dato oscuro, que puede provocar, primero, ciberamenazas, ya que las empresas no saben exactamente lo que está guardado. Y también incumplimiento de normativas. Por tanto, el dato oscuro sigue existiendo; hay más interés en reducirlo pero, de momento, la reducción no se está produciendo de manera drástica.
En cuanto a la gestión de los datos, se plantean retos muy importantes en relación con las políticas de privacidad y el cumplimiento de la normativa; más con la apertura de zonas soberanas en España por parte de los principales proveedores cloud. ¿Cree que ha aumentado la conciencia acerca de la soberanía de los datos? ¿Tienen claro las empresas su importancia?
Ha aumentado. Y bastante. Cuando nació el GDPR, al principio no nos adecuamos a la velocidad que requería esa normativa, pero ya estamos viendo, desde hace tiempo, que se ha creado el Chief Data Officer (CDO), el responsable del dato en cada organización. Un rol que, en muchas ocasiones, tiene otras competencias o depende de varios departamentos. Debería existir una definición de su rol para hacer las cosas de una manera razonable.
Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia que tiene el dato. Hay tres aspectos claves: la defensa frente a los ciberataques, el cumplimiento de normativas y la monetización del dato. En cualquier organización, el dato es capaz de generar dinero para el negocio.
Respecto al gobierno y la ubicación del dato, es un tema muy importante para los clientes. Con los grandes proveedores de cloud abriendo zonas emplazadas en territorio nacional hay que analizar la legislación y observar, si es una empresa americana, qué derecho aplica sobre el dato alojado en su plataforma. Una labor esencial del CDO, necesaria para que los clientes tengan claro a qué se expone su dato y si está cumpliendo las normativas.
Algunas compañías han “denostado” la tecnología del backup, sin embargo, en los últimos años se ha vuelto a poner encima de la mesa el valor de una tecnología que es esencial, por ejemplo, como elemento crítico frente a los ataques de ransomware. Veritas cuenta, como uno de sus pilares fundamentales con NetBackup (ya ha llegado a la versión 10). ¿Qué peso tiene en la oferta? ¿Ya es un “elemento” que todas las empresas observan como imprescindible en sus sistemas?
Es cierto que vuelve a estar muy en boga, especialmente por los ciberataques: cuando se sufre un ataque hay que tener siempre un plan B. Y esa be es de backup. Las empresas han vuelto a darse cuenta de su valor. También los fabricantes de ciberseguridad que se han acercado a compañías como Veritas. Si las empresas quieren evolucionar su entorno de ciberseguridad hacia el concepto de ciberresiliencia, necesitas un backup. Y en el entorno del cibercrimen, el backup se ha convertido en el primer punto de ataque. Por tanto, es esencial contar con un backup muy seguro y muy fiable; y que te permita recuperar. Las empresas deben hacer pruebas de recuperación. Y los entornos de backup deben contar con mecanismos para detectar si se les está atacando y también para limpiarlo, porque se garantiza la recuperación. Y, por supuesto, la inmutabilidad del dato.
¿Qué papel cumple Veritas Alta, la plataforma de administración de datos en la nube, en el negocio?
Nuestra plataforma cuenta con una cartera de servicios, esenciales para la gestión de los datos en la nube, de una manera única. Está principalmente diseñada para cargas de trabajo que sean muy modernas, con una completa seguridad y un rendimiento óptimo, sea cual sea el entorno cloud (híbrido, público, privado). Permite tener un control completo de los datos y de las aplicaciones.
Veritas Alta es compatible con todos los productos de Veritas y permite la gestión de soluciones onpremise conjuntamente con la nube. Por ejemplo, una de sus funcionalidades es Alta View, una consola que permite la gestión y la visibilidad de ambos entornos desde un único punto.
Cada vez observamos cómo algunas marcas claves en el área de la gestión del dato están “introduciéndose” en el área de la seguridad. ¿Cómo observa estos movimientos?
Es una clara tendencia de mercado: las empresas que nos dedicamos a la gestión del dato tenemos que ser capaces de ofrecer seguridad al dato. Ahora bien, no somos empresas de ciberseguridad. Nuestra oferta tiene que ser complementaria con la que tienen estos fabricantes para ofrecer una ciberresiliencia completa al cliente. En este sentido, contamos con capacidades de detección, protección y recuperación. En lugar de seguridad, prefiero hablar de ciberresiliencia. En Veritas ayudamos a las empresas a detectar que las están atacando, a protegerse gracias a las copias de seguridad o a la alta disponibilidad; y a recuperarse ante un ataque. Y, por último, es muy importante el modo observación.
Veritas cerró ejercicio fiscal el pasado mes de marzo, ¿qué balance se puede hacer del negocio en España?
El balance es positivo. En España todo el negocio alrededor de la gestión del dato vive un buen momento ya que es una parte esencial de la protección frente a las ciberamenazas. Es una de las mayores preocupaciones. Es clave que Veritas vaya más allá de la infraestructura y el almacenamiento; que hablemos mucho con los CISO para que entiendan qué podemos aportar. Hemos sabido entender muy bien la situación del mercado: la gestión de la información, como centro del negocio, es lo que buscan los clientes.
La compañía siempre ha contado con una enorme presencia en las áreas de alta disponibilidad, en los entornos críticos, sobre todo en el sector público, la energía, el financiero (seguros y banca), el farmacéutico o el sector servicios. ¿Sigue siendo así? ¿Cómo funcionaron estos segmentos el pasado año fiscal?
Más que sectores, Veritas cuenta con una cartera de clientes muy fieles que llevan muchos años trabajando con nosotros. Seguimos siendo fuertes en estas áreas y seguimos explorando otros sectores para ganar mayor cuota de mercado. Veritas es considerado como un socio de confianza para entornos críticos ya que además de requerir el backup, exigen alta disponibilidad. Veritas Cluster, por tanto, sigue siendo muy importante para muchos clientes españoles. Son entornos muy regulados y auditados, por lo que necesitan este tipo de soluciones
El canal es esencial. El mercado al que se dirige Veritas contempla más de 100 cuentas nominadas, junto el resto de compañías, que son gestionadas por el canal. Este ecosistema, ¿qué aporta, tanto al apartado enterprise como al área del midmarket?
Veritas es una organización que trabaja con canal; tanto las cuentas nominadas como las que no lo están se trabajan siempre con el canal. Es importantísimo, tanto los distribuidores e integradores como los mayoristas. Nos dan valor en las relaciones con los clientes para aportarles la ciberresiliencia de la que hablaba antes, aunando las soluciones de gestión del dato con la ciberseguridad. Proporciona las sinergias necesarias.
Un ecosistema del que forman parte los mayoristas (VValley y Arrow). ¿Qué papel cumplen en el negocio?
Son muy importantes. Forman parte de nuestro equipo extendido. Nos ayudan a reclutar más socios para llegar a más cuentas.
Y, de cara al presente año fiscal, que arrancó el pasado 1 de abril, ¿cuáles son los objetivos para España?
Hay dos aspectos. En el lado tecnológico, los objetivos son seguir desarrollando la gestión de la información para los clientes, con un foco muy especial en el cloud y en las ciberamenazas. Veritas es muy fuerte en ambas tendencias. No hay que descuidar el resto de la oferta, pero creemos que estos dos entornos van a ser esenciales.
Por otro lado, el mercado al que nos dirigimos va a mantener su buen momento. A pesar de que cualquier año con elecciones políticas crea cierta incertidumbre, las expectativas son buenas.