El clima político y el proceso independentista que está viviendo Cataluña están incidiendo también en la economía y en el sector tecnológico. Las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME han manifestado su rechazo a la estrategia política que están siguiendo los responsables del gobierno de la Generalitat, incluyendo la posible declaración unilateral de independencia y huelga general de hoy en esa comunidad autónoma, en un comunicado publicado en su web. La patronal tecnológica AMETIC, que pertenece a la CEOE, no se ha pronunciado; aunque su presidente Pedro Mier declaraba en una reciente entrevista a la publicación Director TIC que «la realidad empresarial se mueve al margen de la política, aunque la misma influye, y no siempre para bien, pero desde el punto de vista empresarial las cosas en Cataluña van muy bien».
A pesar de la prudencia de las declaraciones de los responsables del tejido empresarial, el mercado se está pronunciando. Ayer, tras la jornada del 1 de octubre, la Bolsa registró caídas que superaron los 2.000 millones de euros en el caso de las empresas catalanas.
El sector TIC está representado en Cataluña por grandes multinacionales tanto en el lado de los proveedores como del de la distribución, que hasta el momento operan con normalidad, pero la inestabilidad política no beneficia al buen funcionamiento de los negocio y menos en una sociedad conectada.
¿Esta situación repercutirá negativamente en el sector tecnológico? ¿Ha tenido ya algún efecto en su negocio?