La inteligencia artificial se está abriendo camino en la empresa española. Todavía se encuentra en una fase inicial, aunque hay sectores como el de la industria, el retail y el sanitario que ya están invirtiendo en esta tecnología. La previsión de IDC es que el 40 % de las iniciativas de transformación digital se sustenten en capacidades cognitivas, inteligencia artificial y robótica en el futuro cercano, el año 2020.
La introducción de la inteligencia artificial genera dudas y Sage ha sido una de las primeras empresas en presentar un código ético para desarrollar la inteligencia artificial con responsabilidad. Este código, que se basa en cinco principios, se ha elaborado a partir de su propio programa de aprendizaje automático de la inteligencia artificial con el fin de implementar esta tecnología de forma segura y proteger al usuario.
El código ético de Sage se basa en que la inteligencia artificial debe reflejar la diversidad de los usuarios a los que sirve, debe rendir cuentas, tiene que tener su mecanismo de recompensa, garantizar la igualdad de condiciones y crear nuevos empleos. ¿Sería conveniente que todas las empresas siguieran un código ético para introducir esta tecnología de manera correcta?