La situación política catalana ha salpicado al Mobile World Congress que este año daba sus primeros pasos con la polémica por el plante al Rey en las primeras horas por parte de las autoridades regionales. En este clima, algunas de las grandes empresas españolas han defendido la colaboración institucional para mantener el congreso en la ciudad condal, ya que la organización a pesar de tener un acuerdo firmado hasta el año 2023 para permanecer en la ciudad está siendo “cortejada” por Dubái. Barcelona cuenta con el apoyo del Gobierno y de las organizaciones empresariales, pero a los organizadores no les interesa la inestabilidad ni las protestas. Esta situación, ¿perjudica la continuidad del congreso en España?
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