Las amenazas avanzadas son el reto de seguridad más grave al que se tienen que enfrentar los comercios, según datos de un estudio del Instituto Ponemon, que se ha realizado entre empresas de América del Norte y la zona EMEA, patrocinado por Arbor Networks, a fin de entender cómo afrontan los ataques dirigidos contra sus organizaciones.
El informe, que también ha analizado el sector financiero, señala que las empresas del retail necesitan 197 días para identificar un ataque avanzado y además el 71 % de este tipo de empresas señala que no se sienten optimistas sobre su capacidad para mejorar estos resultados de cara al próximo año.
Este dato, a juicio de los expertos de Arbor Networks, es preocupante ya que el 44 % de las empresas de retail experimentaron más de 50 ataques dirigidos al mes contra sus redes.
En lo relacionado con las amenazas avanzadas, el estudio indica que un 64 % reconoce las tecnologías que proporcionan información sobre redes y tráfico como las más competentes para detener o reducir al mínimo las amenazas avanzadas durante las siete fases de la Kill Chain. El 34 % dice que ha implementado procedimientos de respuestas a incidentes y un 17 % comparte información sobre amenazas con otras empresas o Gobiernos.
En cuanto a los ataques DDoS, un 50 % los considera como una amenaza avanzada, un 39 % coincide «totalmente» o «reconoce» que son eficaces en su contención y un 13 % comparte con otras empresas o entidades gubernamentales información sobre amenazas para reducir al mínimo o contener el impacto de dichos ataques.
En cuanto a los presupuestos, las empresas dedicadas al comercio minorista asignan un 34 % a tecnología, un 27 % a dotación y un 34 % a servicios gestionados.