La automatización y optimización de los procesos, la eliminación de duplicidades y tareas manuales, la minimización de los márgenes de error y la facilidad para realizar consultas son algunas de las ventajas que ofrece la factura electrónica, según apunta Datisa. Sin embargo, como resalta la compañía la principal ventaja de la integración automática de las facturas digitales en el proceso de facturación de las compañías y en su flujo de sistemas ERP es el ahorro. Según sus cálculos, el coste de emitir una factura en papel, sumando el sello, el sobre, el papel timbrado, la tinta, el tóner, el tiempo que dedica la persona que debe hacer estas tareas, etc. asciende a 3,50 euros, mientras que el coste de la emisión de una factura electrónica rondaría los 0,15 euros.
La recepción de una factura impresa también es más cara que hacerlo en formato digital. Datisa señala que el coste de recibir una factura de este tipo asciende a 7,88 euros por la gestión y validación, mientras que el coste de la efactura es de 0,02 euros.
La compañía también subraya que para “que los ahorros derivados de la utilización de la factura electrónica alcancen un volumen crítico y repercutan realmente en la mejora de sus procesos, la expedición y recepción de las facturas digitales debe realizarse de manera integrada con su sistema de gestión —sea éste un programa financiero-contable, un programa comercial, de facturación o una herramienta ERP global—”.
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