Los fabricantes quieren un canal de distribución especializado y competitivo que sea capaz de responder a las necesidades de los clientes finales. Y para conseguirlo la formación es una de las actividades prioritarias y una asignatura obligatoria para el distribuidor. Sin embargo, a la hora de poner en marcha los programas de formación, la cuestión se centra en el tipo de curso más rápido y productivo para el socio. ¿Qué formato de curso es más útil? ¿Online o presencial?
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