El proyecto Gaia-X es una iniciativa francoalemana, presentada el pasado mes de junio, que tiene como objetivo abordar la dependencia de las industrias europeas respecto a los proveedores de tecnología cloud no europeos. “Especialmente en lo que se refiere a la falta de libertad para cambiar de proveedores en un tiempo y a un coste razonable”, afirma Alban Schmutz, vicepresidente de desarrollo estratégico y asuntos públicos de OVHcloud y presidente de Cloud Infrastructure Providers in Europe (CISPE).
De esta manera las organizaciones europeas recuperarán la soberanía de los datos. ¿Cómo? A través de la aplicación de la reversibilidad entre los proveedores cloud y la transparencia respecto a las regulaciones. Asimismo, se generará un gran valor añadido a través de espacios de datos europeos compartidos para la industria, la sanidad, la energía y muchos otros sectores.
El proyecto está desarrollado bajo un enfoque abierto y de colaboración, que permite hacer frente a los grandes desafíos que se derivan de la revolución digital. Además, presenta unos valores europeos comunes: transparencia, reversibilidad, apertura, seguridad y protección de datos. “Valores que se encuentran en el ADN de OVHcloud y por los que hemos asumido el papel de liderazgo dentro de esta iniciativa”, comenta Schmutz. Y es que el proveedor cloud ha estado involucrado en el desarrollo de una primera prueba para mostrar el valor añadido de Gaia-X, así como un conjunto de reglas para el buen funcionamiento del proyecto. Todo ello en estrecha colaboración con algunos de sus competidores.
De una idea a un proyecto
Gaia-X tuvo su primer anuncio en octubre de 2019, en el Digital Summit alemán. Este comunicado conjunto llegó después de las conversaciones entre los ministros de economía de Alemania y Francia. A partir de ese momento comenzaron los primeros grupos de trabajo francoalemanes, que se reunieron en dos ocasiones con un objetivo claro; alinear las visiones entre los principales proveedores y usuarios de servicios cloud.
A continuación, las organizaciones involucradas avanzaron hacía la presentación del primer demostrador y la formación de las normas de actuación. Una vez realizado todo este trabajo, “estábamos listos para llevar Gaia-X al siguiente nivel y el foco ahora es el trabajo operacional que nos llevará a mostrar los primeros casos de uso y servicios en producción a comienzos de 2021”, asegura.
Objetivos y previsiones
El proyecto Gaia-X tiene dos objetivos claros. Por un lado, fortalecer la soberanía tecnológica de Europa, algo que consiste en devolver a los usuarios la libertad de elección “Gaia-X es una herramienta para devolver a los usuarios el control en términos de reversibilidad y transparencia”, asegura. Y, por otro lado, reducir la dependencia europea de los gigantes estadounidenses y proveedores chinos.
Schmutz prevé que estos hitos podrían empezar a lograrse en un par de años “al haber ya un marco regulatorio sobre la protección de datos (GDPR) y la reversibilidad”. Desde OVHcloud creen que Europa dispone de las tecnologías necesarias para hacer que la portabilidad sea una realidad. Sin embargo, se requiere abordar el efecto que tienen las políticas de “vendor lock-in” de algunas compañías. “Gaia-X es una gran herramienta para avanzar en este camino”.
El directivo reconoce que en estos momentos no se puede dar una estimación específica sobre la cuota de mercado. En términos de clientes, tal y como explica Schmutz, los casos de uso ya existentes están esbozando una idea del tipo de oportunidades que se generarán gracias a esta iniciativa.
Unos casos de usos que están funcionando en industrias como la sanitaria o manufacturera, servicios financieros y públicos o la movilidad inteligente, entre otros. En este punto cabe destacar que los casos están basados en oportunidades de intercambio de datos. Es decir, en Gaia-X se busca una colaboración entre empresas del mismo sector, incluso competidores o distribuidores. De esta manera el proyecto ofrecerá más valor añadido.
La propuesta de valor
La iniciativa Gaia-X tiene tres propuestas en las que se basa ese valor añadido y diferencial que quiere ofrecer el proyecto. El primer lugar, es devolver a los usuarios el control de sus datos. En segundo lugar, se busca aportar fluidez al mercado y conseguir la colaboración de los actores del sector para desarrollar un marco común. Esto facilitaría el cambio de proveedor de servicios cloud y la migración de los datos.
La última propuesta es permitir la disponibilidad de los espacios de datos europeos. Algo que ya está reclamando la Comisión Europea. Así como crear más valor a estos datos. “La clave es saber qué se hace con los datos que se entregan al proveedor”, señala. Asimismo, Schmutz afirma que, si el valor es capturado únicamente por actores no europeos, “habría un problema en términos de soberanía digital”. Pero, como continúa explicando, “si somos capaces de capturar el valor para los diferentes actores europeos, esto generará mucho valor adicional en áreas claves en nuestro continente como el sector industrial, los servicios financieros y la sanidad, entre otros”.
Pero, llegados a este punto surgen un par de preguntas, ¿qué armas deben esgrimir los proveedores cloud europeos para ser elegidos por parte de las compañías? Y, ¿qué ventajas ofrecen frente al resto? Schmutz tiene claro que todo depende del tipo del proveedor. En el caso de OVHcloud, “destacamos por ser fuertes en desarrollar tecnologías y soluciones innovadoras”. La oferta del proveedor cuenta con una excelente relación rendimiento-precio y con un nivel de seguridad y transparencia adecuado.
Por otro lado, los proveedores de software proporcionarán otros valores añadidos que cubran otras necesidades. Tal y como afirma el directivo, “hay muchas oportunidades por explotar en este mercado y los actores europeos tienen un papel muy relevante que jugar en los próximos años”.
El GDPR, un punto a favor
El GDPR existente en Europa es una fortaleza para los proveedores europeos, ya que están trabajando en base a las que según Schmutz son las reglas del futuro. Además de este reglamento, destinado a la regulación de los datos personales, Europa está siguiendo el mismo camino para la libre circulación de datos no personales dentro de sus fronteras. Algo que está regulado en el artículo 6 de la normativa “Free Flow of non-personal Data Regulation”. En dicho apartado se establece una portabilidad real de los datos no personales, así como la reducción de la dependencia de los proveedores en el mercado cloud. El directivo de OVHcloud asegura que “cuando esto sea operativo en el mercado europeo, cualquier CIO del mundo querrá beneficiarse de este libre movimiento”.
Para gestionar ambos aspectos, el proyecto Gaia-X tomará como ejemplo las acciones que OVHcloud ya ha gestionado a través de CISPE. Desde 2016 esta organización se ha encargado del correcto cumplimiento y aplicación del GDPR y de garantizar que los proveedores no tengan acceso a los datos de los clientes y posibilitar un almacenamiento y procesamiento realizado exclusivamente en Europa.
La organización
Actualmente el proyecto, que será administrado por una organización sin ánimo de lucro, cuenta con 22 miembros fundadores y 300 organizaciones entre las que se encuentra un gran número de proveedores de cloud, usuarios de servicios en la nube, entidades públicas, organizaciones sectoriales y comerciales de diferentes tipos e instituciones de investigación, entre otras. “Un ecosistema diverso y abierto que esperamos que siga creciendo en los próximos meses”, comenta. Desde este mismo mes cualquier organización, pública o privada, que acepte las normas y compromisos del proyecto, podrá unirse a él.
En cuanto al papel que está jugando España, Schmutz asegura que “hay discusiones en curso a nivel gubernamental entre Francia, Alemania y España”. Ya hay proveedores nacionales incluidos en el proyecto porque son miembros de CISPE, como es el caso de Gigas y se está avanzando en contar con casos de uso para que los usuarios españoles puedan conocer el valor añadido de Gaia-X.