Si todo marcha según lo previsto, y parece que así va a ser, Infortisa cerrará este año con un crecimiento en su facturación que se moverá entre el 15 y el 20 %, lo que le permitirá un volumen de negocio entre los 73 y los 75 millones de euros. Tras una década complicada, en los 3 últimos años el mayorista ha recobrado la senda alcista: en 2013 creció un 32,5 % y el pasado año el negocio se alzó un 25 %. Juanjo Contell, director general del mayorista, cree que los peores momentos ya se han dejado atrás. “Observo con optimismo el futuro. En los últimos años hemos ganado dinero, este año también y progresivamente iremos ganando más”, vaticina. “A pesar de la crisis y de la competencia”.
Contell identifica dónde ha residido la clave de esta vuelta al crecimiento. “En las épocas más boyantes, no se ha derrochado el dinero”, arranca. “El éxito es no arrojar la toalla y cuando han venido las épocas más complicadas, realizar las inversiones necesarias para poder mantener la empresa”.
Unas inversiones que tienen su penúltimo reflejo en las nuevas instalaciones que acaba de inaugurar Infortisa y que han costado algo más de 2 millones de euros. Incluyen un nuevo almacén y más oficinas, con nuevas salas de reuniones y de presentaciones. El mayorista ha incrementado en un 400 % su capacidad de stock, con una capacidad de 2.000 pedidos diarios, lo que ha permitido que el valor medio del pedido se incremente.
De cara a 2016, Contell quiere seguir creciendo en idéntica proporción: entre un 15 y un 20 %. “Es fácil crecer lo difícil es hacerlo ganando dinero”, sentencia. A su juicio en el mayoreo, en los últimos años, no ha cambiado nada. “Solo que hay más guerra y más competencia”, razona. “Y quien no cuente con unas estructuras reducidas de costes lo va a tener muy complicado para sobrevivir”, remata.