La impresión 3D está cambiando el papel del usuario que pasa de ser un simple consumidor a creador. Este cambio supone una revolución en la concepción del uso de la tecnología, y, a la vez, abre un nuevo mercado con mucho potencial y margen para crecer. La aplicación de esta tecnología es múltiple aunque el sector del diseño, el de los prototipos y la educación han tomado la delantera a la hora de utilizar estas impresoras. Antonio Relaño, channel distribution manager para productos 3D en BQ y Marc Torras, director general de EntresD, explican su visión de este segmento de la impresión, su posicionamiento en el mercado y sus próximos planes.
A su juicio, ¿cómo se encuentra el mercado de impresoras 3D en España?
La impresión 3D FDM llegó a España en el año 2009. Desde entonces la evolución ha sido enorme y nuestro país es ya uno de los más avanzados en el mundo de la impresión 3D. De hecho, estamos presentes en cerca de cincuenta países. Es un mercado exigente con muchas perspectivas de crecimiento.
La impresión 3D tiene aplicaciones para diversos sectores. ¿Qué supone la llegada y extensión de esta tecnología para el usuario y el mercado en general?
Estamos pasando de ser meros consumidores a ser creadores y eso está cambiando la forma en que concebimos y consumimos los objetos. Lo mejor de la impresión 3D es que nos permite pasar en tres sencillos pasos de la imaginación a la realidad: ideamos la pieza, la diseñamos en el ordenador y la imprimimos. Sobre sus aplicaciones, cada día surgen más y los usuarios nos siguen sorprendiendo.
¿Cuáles son los rasgos principales de su estrategia comercial para estas soluciones?
Apostamos principalmente por la formación y la atención al usuario. La impresión 3D no es el fin, sino una herramienta que es necesario aprender a usar. Por este motivo, enseñamos al usuario a usar la impresora y le asistimos en todo lo que necesite.
¿Qué rasgos tecnológicos diferenciales tienen sus impresoras? ¿Se están focalizando en algún modelo en concreto?
La tecnología usada en nuestras impresoras es el modelado por deposición fundida (Fused Deposition Modelingo FDM), mediante la cual se crean piezas capa a capa por la adición de plástico fundido. Tenemos dos modelos de impresoras 3D, Witbox y Prusa i3 Hephestos. Witbox está totalmente ensamblada, así que el usuario puede empezar a imprimir directamente nada más sacarla de la caja. Prusa i3 Hephestos es un kit con el que el usuario no solo puede montar su propia impresora 3D, sino además adquirir un gran conocimiento de cómo funcionan realmente estas impresoras.
En cuanto al sector, nuestras impresoras están destinadas al sector doméstico, aunque son cada vez más las pequeñas y medianas empresas las que las utilizan.
¿En qué sectores tienen más presencia sus impresoras?
El sector educativo y el de los prototipos rápidos son en los que nuestra implantación es mayor.
¿Qué papel juega su canal de distribución a la hora de comercializar estas soluciones?
Nuestro canal de distribución es nuestro embajador en cada uno de los países en los que estamos presentes. Son más que distribuidores, son nuestros partners y juegan un papel fundamental a la hora de promocionar nuestros productos y nuestra marca.
En este momento, ¿dónde se encuentran las mejores oportunidades de negocio?
Las mejores oportunidades siempre están por venir porque, según avanza la tecnología, van surgiendo nuevas. Lo fundamental es la formación al usuario para que le dé un uso correcto a la impresora.
¿Cuáles son los objetivos y planes que se han marcado con estos productos para los próximos meses?
Nuestro principal objetivo es reforzar nuestra presencia en los países en los que ya estamos e ir ampliando la red internacional de distribuidores. En las próximas semanas llegaremos al mercado norteamericano. En cuanto a productos, en los próximos meses llegarán nuevas propuestas muy interesantes.
A su juicio, ¿cómo se encuentra el mercado de impresoras 3D en España?
Hay que diferenciar entre el mercado doméstico y el mercado profesional. El mercado doméstico aún está “muy verde” y la tecnología actual hace que el mercado de clientes potenciales sea pequeño. Por contra, el mercado profesional está creciendo mucho, ya que cualquier empresa con departamento de diseño se compra una impresora profesional por poco más de 1.000 euros y el mismo día de recibirla ya la está amortizando.
La impresión 3D tiene aplicaciones para diversos sectores. ¿Qué supone la llegada y extensión de esta tecnología para el usuario y el mercado en general?
El gran mercado son los departamentos de diseño de cualquier empresa. Ahora, el diseñador y los centros de decisión pueden tener la pieza o partes de la pieza en sus manos durante el proceso de diseño.
Esta versatilidad y bajo coste provocan un cambio de concepto: ya no se utilizan los prototipos para enseñar al cliente o a la dirección, se utilizan durante el proceso de diseño para mejorar el producto.
¿Cuáles son los rasgos principales de su estrategia comercial para estas soluciones?
Nos enfocamos sobre todo a pymes y nos intentamos adaptar a sus necesidades. El cliente no profesional quiere jugar con la impresora y probar cosas. La pyme quiere una máquina que le haga piezas 24 horas al día 7 días a la semana y que las piezas le salgan siempre bien. También quiere pago aplazado, hotline telefónica para cualquier duda y buen servicio técnico. Nos intentamos adaptar a todas estas necesidades específicas de la pyme.
¿Qué rasgos tecnológicos diferenciales tienen sus impresoras? ¿Se están focalizando en algún modelo en concreto?
La impresora que vendemos más es la entresD Pro UP Plus2. Está enfocada a departamentos de diseño de pequeñas y medianas empresas. Es la tercera impresora de sobremesa más vendida a nivel mundial.
¿En qué sectores tienen más presencia sus impresoras?
No podemos hablar de un sector determinado. Nuestros clientes son pequeñas y medianas empresas de muchos sectores distintos. Ahora estamos empezando a vender otro de nuestros modelos, la entresD UP Mini, al sector de la educación.
¿Qué papel juega su canal de distribución a la hora de comercializar estas soluciones?
Estamos empezando a vender vía retail. Creemos que a medida que se vaya extendiendo el uso de la impresión 3D pasará a ser el canal principal de venta.
En este momento, ¿dónde se encuentran las mejores oportunidades de negocio?
En el sector profesional y en educación son los sectores con aplicación más directa. Son los que están creciendo más en Estados Unidos.
¿Cuáles son los objetivos y planes que se han marcado con estos productos para los próximos meses?
Sobre todo comunicar. El mercado se está llenando de impresoras que no están pensadas para uso profesional. Esto hace que los clientes que las compran tengan una percepción errónea de lo que se puede hacer hoy con una impresora 3D. Son reacios a comprar y solamente lo hacen cuando ven la impresora funcionando.