Según un estudio de GfK, el 58 % de las personas a nivel mundial reconoce la urgencia de trabajar para proteger el medio ambiente. Este porcentaje se ha visto incrementado por el impacto del cambio climático en la salud. Ante esta realidad, ¿de qué manera la tecnología puede ayudar a combatir los efectos del cambio climático? La consultora destaca que el rol que tiene que jugar es más que relevante.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que el año pasado el planeta experimentó un calentamiento récord, los equipos de refrigeración de aire, por ejemplo, se convirtieron en esenciales. En este sentido, GfK recuerda que entre enero y mayo, los ingresos por ventas de ventiladores eléctricos crecieron un 23%, los de acondicionadores de aire un 34 % y los de enfriadores de aire un 77 %. “Estas tendencias ponen de relieve la creciente necesidad de prácticas de refrigeración económicas”.
Además del calor, la creciente contaminación atmosférica en APAC y el deterioro de la calidad del aire en Europa suponen un riesgo cada vez mayor para la salud respiratoria, al igual que los contaminantes del aire interior, “como las partículas finas procedentes de la cocina, los compuestos orgánicos volátiles y el formaldehído de pinturas, productos de limpieza, material de construcción y mobiliario”. Estos factores medioambientales están teniendo un impacto directo en las ventas de tecnología doméstica para la limpieza del aire, que el año pasado alcanzaron un volumen de ventas de más de 2,2 millones de dólares a nivel global.
Continuando con los riesgos, la contaminación del agua continúa siendo sigue un grave problema mundial y millones de personas carecen de acceso a agua potable. Esto está provocando que la demanda de soluciones “fiables y eficientes” de purificación del agua no deje de crecer.
“Con unos consumidores cada vez más informados y proactivos en lo que respecta a la salud y el bienestar personales, las innovaciones de productos que ayudan a los consumidores a combatir los efectos del cambio climático y la contaminación del aire o el agua están preparadas para un crecimiento continuo. La adopción de estas tecnologías puede conducir a un estilo de vida más saludable y a un medio ambiente más limpio para las generaciones futuras”, finaliza GfK.