“La burbuja de la ciberseguridad se puede pinchar en cualquier momento porque el ciclo de ventas está cambiando”. Javier Modúbar, CEO de Ingecom, no duda en arrojar sobre el atractivo y aún creciente mercado de la seguridad un jarro de agua fría. “Es un mercado que está muy inflado, a semejanza de lo que sucedió con otros segmentos, y se desinflará”, pronostica. A su juicio, los proyectos cuestan cada vez más sacarlos y los márgenes se han reducido ya que los clientes “quieren pagar menos pero los costes que tenemos que soportar son los mismos”.
Una previsión que, viniendo de una persona tan experta en este mercado, tiene todos los visos de cumplirse. “No se trata de una situación particular de nuestro mercado sino que tiene una proyección mundial”, remata. No teme, sin embargo, grandes repercusiones en la trayectoria, inmejorable, del mayorista que dirige. En los últimos cuatro años ha sido capaz de elevar su facturación un 313 % y este ejercicio, que Modúbar preveía de consolidación, previsiblemente se va a convertir en otro año de gran ascenso: 11,3 millones de euros en el primer semestre, con un crecimiento del 41 % en el segundo trimestre. “Nuestra previsión era alcanzar los 23,3 millones de euros pero viendo cómo va el año seguro que estaremos en los 25 millones”. Y de ahí, a los 50 millones que marcan su horizonte en 2020 lo que, obviamente, les aleja de problemas cuando pinche el mercado. Modúbar explica la receta contra esta futura situación. “Tenemos un negocio diversificado en más marcas que la competencia, por lo que nos puede afectar menos. Además se trata de fabricantes de nicho, lo que les permitirá seguir creciendo”. Tampoco se les encogerá la expansión: tras las oficinas con las que cuenta en Bilbao, Madrid y Lisboa, el próximo puerto se abrirá en Italia antes de que concluya el año.
Oferta compensada
21 marcas configuran la oferta actual de Ingecom. Con una introspección profunda del mercado de la seguridad, Modúbar no persigue, cuando ficha alguna marca, su facturación particular sino que “se convierta en un elemento estratégico en la oferta, con una capacidad de cross-selling con el resto”.
En el primer semestre transcurrido, el CEO asegura que la mayoría de las marcas ha crecido aunque destaca el ascenso de Rapid 7, líder en la detección de vulnerabilidades; SealPath, con su foco en torno a la exigente protección del dato; o ForcePoint, que se mueve en el área del acceso a la red.
En el último semestre el abanico se ha nutrido de cinco marcas más: Cymulate (centrada en la simulación de vectores de ataque), la española Hdiv Security (con foco en el área RASP y IAST), Mojo Networks (que se mueve en el entorno de la seguridad inalámbrica), Terafence (para la seguridad en el área del IoT) y la española Viewtinet (orientada al big data y al rendimiento de las aplicaciones y de la red).
¿A la búsqueda de una buena compra?
La rentabilidad siempre es atractiva. Sobre todo para las compras y más en un mercado, el de la seguridad, que siempre ha exhibido un gusto por la consolidación. Modúbar reconoce alguna oferta de compra y, de forma simultánea, no niega su propia capacidad de adquisición. “Siempre nos hemos movido en los segmentos alto y medio alto”, recuerda. “Para acceder a los segmentos medios y bajos del mercado español podríamos optar por la compra de algún mayorista que se mueva en estos entornos”. Sería una fórmula que les permitiría, sin duda, ampliar su mapa de clientes (que ronda los 200, 50 de ellos críticos) y blindarse, aún más, contra cualquier fórmula de pinchazos de mercado.