Suelta lastre para ver si es posible remontar. La compañía japonesa ha decidido deshacerse de los negocios que no consiguen obtener una buena rentabilidad: los ordenadores VAIO y los televisores.
El camino marcado para los VAIO contempla un acuerdo de preventa con el fondo de inversión nipón Japan Industrial Partners (JIP) mientras que en el caso de las teles parará la fabricación el próximo mes de julio. En este último la sima del decrecimiento alcanza ya los nueve ejercicios consecutivos y se prevé que a final de este año fiscal las pérdidas se sitúen en 182 millones de euros.. Para intentar recuperarla, la empresa creará una subsidiaria que intente obtener algún beneficio.
A pesar de que la buena marcha de negocios como las finanzas, la música, el cine o los videojuegos consiguieron que el beneficio operativo de Sony entre abril y diciembre del pasado año se situara en 1.031 millones de euros —un 70 % más que en 2012—, la empresa espera cerrar el año fiscal —el próximo 31 de marzo— con pérdidas cercanas a los 800 millones de euros. Unos resultados que inciden directamente en la plantilla, que se prevé reducir en unas 5.000 personas: 1.500 en Japón y unos 3.500 en el resto del mundo.
El futuro, según señaló Kazuo Hirai, presidente de Sony, pasa por los smartphones, las cámaras y los videojuegos.