La concienciación de los españoles ante los nuevos desafíos que está creando la digitalización es cada vez mayor. Así se refleja en el estudio “Cómo se protege la ciudadanía ante los ciberrriesgos: estudio sobre percepción y nivel de confianza en España” presentado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), órgano colegiado de carácter consultivo de la entidad Red.es, adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, en colaboración con ObservaCIBER.
Aunque los incidentes siguen siendo una amenaza permanente, también constituyen un punto de inflexión en el comportamiento. Tanto es así, que el número de personas que modifican sus hábitos tras haber sido blanco de ciberataques ha mostrado un aumento interanual 6,5 puntos, representando el 67,5 % de los afectados. Los mecanismos de identificación biométricos se han convertido en una de las medidas más recurridas, utilizada ya por el 45 % de los usuarios.
El estudio muestra un incremento interanual de las transacciones financieras virtuales, como la banca online (siendo utilizado por el 69 % de los usuarios), los pagos online (62,3 %) y el comercio electrónico (50,3 %). Al igual que un aumento de las preferencias por los contenidos de pago, que crecen casi 9 puntos (llegando al 53,2%), mientras que los gratuitos caen casi 8 puntos.
Las intensas campañas y la ampliación de los servicios ciudadanos han hecho que el acceso a la Administración Pública se haya consolidado con un aumento de 5,7 puntos porcentuales con respecto al mismo período de 2021, alcanzando el 44% de los internautas.
Todavía existen hábitos persistentes en el día a día que vulneran la seguridad de los usuarios españoles. De hecho, el 40,3 % admite haber incurrido en alguna conducta de riesgo en el último año, como descargar archivos desde webs dudosas (33,4 %). Asimismo, un 32,8% admitió instalar programas desde fuentes no oficiales y casi un 30 % accede a enlaces sin tener certeza sobre su procedencia, mientras que el 21,2% abre archivos de remitentes desconocidos.
Una de las claves para frenar las amenazas en el entorno digital estaría en un mayor conocimiento sobre los riesgos y la protección. Casi el 92 % reconoce que necesita más formación en la materia, en mayor o menor medida, y casi un 30 % piensa que está poco o nada preparado para afrontar las ciberamenazas. A esto hay que añadir, que el 36,9 % de las personas que se consideran totalmente preparadas, junto con el 66 % de quienes afirman tener bastantes capacidades, tienen sus equipos infectados.