Los políticos también tuvieron su espacio en DigitalES Summit 2018. Con una representación de portavoces de economía, tecnología y agenda digital en el Congreso, de Ciudadanos, Podemos, PP y PSOE, el debate giró en torno a la llamada “tasa Google”. Por unanimidad recomendaron no denominarla de esta manera, sino tasa tecnológica, tal y como reivindicó Óscar Galeano, portavoz socialista de Agenda Digital en el Congreso, quien recordó que hay acuerdos amplios en el parlamento, y debates en la comisión sobre determinadas iniciativas para marcar una estandaridad en este tipo de actividades.
Víctor Calvo-Sotelo, secretario de nuevas tecnologías del Partido Popular, fue más allá al mencionar que esta es solo una solución temporal antes de que Europa cree un marco nuevo, algo en lo que ya está trabajando. “Una primera aproximación hacia un concepto nuevo que la UE va a llevar a cabo para que los países tengan una mayor capacidad a la hora de recaudar a los negocios digitales, cada uno en su propio territorio, pero dentro de un movimiento general europeo”, dijo. “Puede que ahora, temporalmente, tenga una forma, y en dos o tres años otra diferente”, explicó, aunque, en su opinión, como es una acción coordinada dentro de Europa, “no deberían hacerse experimentos nacionales”.
Por la igualdad abogó Antonio Roldán, portavoz de economía en el Congreso de Ciudadanos. “Habría que buscar una solución ya que el terreno de juego debe de ser igual para todos y en esto momento no lo es”, subrayó. “El tipo de efectivo que pagan empresas como esta sobre beneficios es del 1 %, algo inaceptable”, reflexionó, por lo que considera que hay que solucionar este problema.
En este sentido, Alberto Montero, portavoz de economía del congreso de Podemos, resaltó dos elementos significativos de cara a entender el concepto de este tipo de tasas: la pérdida de sentido de los espacios de soberanía fiscal nacional, en un momento en el que esto pasa a ser un espacio en el que la producción y la comercialización es global, por lo que es difícil que las estructuras fiscales, nacionales puedan hacer frente a esas plataformas que están en todas partes y en ninguna. Al tiempo que fomentó la posibilidad de abrir un debate en relación con la renta básica, sobre quién y cómo se está generando una riqueza en la que la participación del trabajo es cada vez menor y en la que hay que buscar nuevas estructuras impositivas y fiscales que permitan generar las condiciones para el gasto. “En este marco es donde considera que se debe reflexionar sobre las tasas a las tecnológicas”, indicó.