Check Point va a cerrar un buen año en España. La marca, dirigida por Mario García en el territorio ibérico, sigue poniendo máximo empeño en la consecución o recuperación de nuevos clientes. “Junto con el desarrollo de las nuevas tecnologías alrededor del puesto de trabajo, la movilidad o la nube, ha sido un apartado de mucho éxito en este 2019”, analiza.
El directivo insiste, sin embargo, en el complejo panorama que se pinta en el área de la seguridad, con las amenazas guiadas por un objetivo claro: el dinero. “Cuánto más dinero hay en la mesa, más ataques hay”, razona. No olvida referirse a que el volumen, creciente, de las amenazas y la inteligencia de las mismas, provoca que muchas de las infraestructuras de protección que estaban desplegadas en las empresas resulten inútiles. Se impone, por tanto, una actualización continua. “Las empresas se defienden con escudos de madera y el malo viene con una pistola. Muchas empresas españolas tienen un nivel de seguridad de juguete frente a lo que pueden utilizar los malos para atacarles”.
Para el máximo responsable de Check Point, la nube es uno de los escenarios más sencillos de atacar por parte de los hackers. “La cloud es fácil de atacar ya que las empresas no están subiendo la seguridad de la misma manera que suben sus cargas a este entorno”. García recuerda que se trata de un segmento complicado ya que requiere un rediseño completo, tanto de las aplicaciones como de la seguridad necesaria para protegerlo. “Las empresas necesitan saber qué tienen en la nube y cómo lo tienen conectado”, recuerda. “Además es esencial observar cómo se protegen los nuevos elementos como es el caso de los kubertenes, por ejemplo”.