El cuarto país del mundo (tras Corea del Sur, Estados Unidos y China) y el primero en Europa. Samsung Pay ha llegado a España con el objetivo de convertirse en un dinamizador de los pagos a través del móvil en el comercio y elevar la satisfacción de los usuarios. Victor Kim, director global de Samsung Pay, apuntó las tres razones que han convertido a España en punta de lanza europea de este servicio de pago. La primera, evidente, es la penetración elevadísima de los teléfonos inteligentes en la población (sólo nos supera, a nivel mundial, Singapur). El “apetito por la innovación” del segmento bancario español es la segunda razón de peso, que se une a la “gran colaboración de los socios locales” para llevarla al mercado. “No se puede hacer nada en solitario. Ha sido clave la colaboración de la banca, de las figuras minoristas y de diferentes proveedores para dar servicios de valor añadido a nuestros dispositivos”.
Dos son las características claves en este servicio de pago móvil, el primero que pone en marcha de manera efectiva un proveedor de TI: la sencillez de uso y la seguridad. “Es la mejor plataforma para responder a las necesidades de los consumidores españoles”, aseguró Kim que enarboló los datos de una encuesta de Ipsos para demostrarlo: seis de cada 10 usuarios están dispuestos a utilizar este servicio de pago móvil.
Seguridad, sencillez y casi universal
Hasta tres niveles de seguridad utiliza Samsung Pay para garantizar la seguridad de los pagos: identificación con la huella dactilar, tokenización que encripta los credenciales de la tarjeta y el uso de su plataforma de seguridad propia, Knox.
La sencillez para realizar el pago es máxima: deslizar el dedo hacia arriba por la pantalla del teléfono, escanear su huella dactilar y pagar. Antes, lógicamente, el usuario tendrá que haber integrado en el móvil sus tarjetas bancarias en el dispositivo (a través de un OCR o introduciendo los datos). El usuario podrá añadir a la aplicación hasta diez tarjetas para pagar con su teléfono, sin que su banco le cobre nada por ello.
El servicio ya está operativo para los clientes de CaixaBank e imaginBank, que serán los primeros en España y Europa en utilizar Samsung Pay. Además próximamente estará disponible para los clientes de Abanca y Banco Sabadell. El objetivo, tal y como apuntó Celestino García, vicepresidente corporativo de Samsung España, es “extenderlo a todas las redes de pago y a todas las entidades bancarias que operan en España”. Samsung no va comisionar por el servicio. “Nuestro objetivo es dar al usuario todo lo que demanda; por tanto queremos universalizar al máximo este servicio”. García recordó la posición de liderazgo de teléfonos inteligentes de la que disfruta en España, lo que le permite “dinamizar el mercado”.
Buenas perspectivas
Para su uso en el comercio sólo es necesario que éste cuente con un terminal con tecnología contactless. Se calcula que en España, el 90 % de los TPVs instalados en comercios y establecimientos son compatibles con este sistema de pago. Además la marca cuenta con acuerdos con muchas compañías que se mueven en los entornos del retail, la restauración, la alimentación, las estaciones de servicio y los parkings para que sus tarjetas de fidelización sean compatibles con este servicio. Entre ellos nombres como Cepsa, El Corte Inglés, MediaMarkt, Repsol o VIPS.
De su previsible uso positivo en España son buenos augurios los resultados del estudio de Ipsos para Samsung: el 64 % de los consumidores asegura que utiliza sus tarjetas de crédito o débito en todas o en la mayoría de sus compras: un baremo que crece hasta el 71 % entre las personas de entre 35 y 44 años.
La lista de teléfonos compatibles con el servicio alcanza la nueva gama Samsung Galaxy (S7 y S7 edge) además de los Galaxy S6, S6 edge y S6 edge+. En Samsung Galaxy A5 2016 el servicio estará disponible en las próximas semanas.