29 de julio. Esa es la fecha en la que todos los usuarios de Windows 7 y Windows 8.1 que lo deseen pueden descargarse, de forma gratuita, el nuevo sistema operativo de la marca.
Un sistema operativo con un diseño pensado para la empresa, con mejoras en la seguridad y mayores capacidades de gestión. Se ha recuperado el menú de inicio tradicional que siempre ha presentado Windows. Desde él, el usuario accederá rápidamente a las funciones y archivos más utilizados. Incluye un nuevo espacio, que puede ser personalizado, para que se pueda acceder a las aplicaciones favoritas, programas, personas y páginas web.
Otro punto clave es la potenciación del “trabajo comunitario” a través del Windows Insider Program (WIP) con el fin de lograr la mayor correspondencia posible entre el producto y lo que pide el usuario.
Las aplicaciones que el usuario se descargue adquirirán el mismo aspecto de los programas: se podrán mover, adaptar su tamaño y contarán con la barra de título e iconos clásicos para maximizar, minimizar y cerrarlas con un clic. En el desarrollo de las aplicaciones, Microsoft contará con una tienda unificada y los desarrolladores tendrán la posibilidad de programar sus aplicaciones una sola vez y hacerla llegar fácilmente a distintos tipos de dispositivos. Además, ahora será más sencillo trabajar con varias aplicaciones al mismo tiempo (será posible tener abiertas hasta cuatro aplicaciones a la vez en modo cuadrícula). Además será posible crear varios escritorios para que el usuario diferencie entre sus entornos e incluya en cada uno de ellos lo que desee. Se incluirá un nuevo botón de vista de tareas para obtener una vista de todas las aplicaciones y archivos abiertos.