16 megapíxeles es un “tamaño” que alcanzan muy pocas cámaras de teléfonos inteligentes. Por ello, el LG G4 presume de ello. La “aplicación”, situada en la parte trasera del dispositivo, cuenta con una apertura de lente de F1.8. El teléfono está equipado con un nuevo estabilizador óptico (OIS 2.0: Optical Image Stabilizer) que parece que dobla el rendimiento del OIS. Además dispone de un sensor de espectro de color (CSS), que mejora la precisión del color. Todo ello redunda en beneficio de la cámara ya que ajusta su balance de blancos y el color del flash. Los usuarios pueden controlar la cámara echando mano de un modo manual que permite controlar el enfoque, la velocidad de obturación, la ISO, la compensación de exposición y el balance de blancos.
No es la única cámara del dispositivo: también dispone de una cámara frontal de 8 megapíxeles que puede consagrarse a la toma de selfies, por ejemplo.
En la carta técnica también aparece el motor, que responde al nombre de Qualcomm Snapdragon 808; y la memoria se alarga hasta los 32 GB. La pantalla, HD IPS, se alarga hasta las 5,5”.