El mercado de la videovigilancia es un mercado rentable que ha seguido creciendo en tiempos de crisis y que ha atraído a los distribuidores TI a un área que tradicionalmente estaba reservada para figuras del ámbito de la seguridad. Auge- Vida.ip, Bosh y D-Link han debatido el estado de este segmento,que sigue cosechando un crecimiento de dos dígitos y en el que está ganando la partida la tecnología IP. Los expertos vaticinan un cuatro trimestre positivo y el cierre de nuevos proyectos en un campo que no dejará de crecer en los próximos años.
El mercado de la videovigilancia sigue gozando de buena salud. Su crecimiento de dos dígitos y las buenas previsiones de las consultoras que estiman que crecerá entre el 12 y el 20 % en los próximos años indican que sigue siendo atractivo tanto para los proveedores como para el canal. Además, la evolución económica positiva de los últimos meses en España ha generado nuevas operaciones y la reactivación de los proyectos. Antonio Navarro, director general de D-Link Iberia, explica que “estamos viendo mucho movimiento. La demanda es cada vez mayor y no sólo en el mundo empresarial o en la Administración Pública; hay una parte enorme en el mundo doméstico”.
Desde el punto de vista del mayorista, como indica Amador Hernández, responsable de desarrollo de negocio de Auge y Vida.ip, se está notando “un crecimiento positivo”.
Bosch ha constatado que se está incrementado el número de proyectos que se están desarrollando en todos los segmentos e incluso tiene un efecto positivo la actividad que están realizando las empresas españolas en el extranjero, como comenta Rodolfo Robledo, jefe de producto de vídeo en Iberia de esta compañía.
El buen momento que atraviesa el mercado se está reflejando en la cuenta de resultados de sus negocios. D-Link espera que la línea de videovigilancia acapare el 17 % de su facturación a final de este año y que siga creciendo hasta superar el 20 % en 2016. La videovigilancia va unida a otras tecnologías como la domótica, lo que eleva sus resultados. “Diferentes dispositivos domóticos como sensores inteligentes o sensores de humo que vamos a empezar a distribuir, sirenas, sensores de humedad o de apertura de puertas van configurando un ecosistema alrededor de la videovigilancia para que la cámara al final transmita lo que está pasando”, explica Navarro.
Este conjunto de productos hace que la videovigilancia gane peso en su negocio y que las cifras sean positivas tanto en la parte de consumo como en la profesional.
Auge se apoya en Vida.ip para este negocio y en la nueva unidad Bizagora One, que acaba de poner en marcha para los sistemas y el software de videovigilancia. Su objetivo es ofrecer una solución completa al canal que incluye todos los elementos para poner en marcha un sistema desde el hadware hasta el software y la infraestructura de red. Este año sus cifras son mejores que las del año pasado. “Vamos creciendo en el mundo de la videovigilancia y en todas su facetas”, resalta Hernández.
Bosch, como confirma Robledo, está creciendo y espera elevar sus resultados con el cierre de nuevos proyectos y la actividad pendiente en este cuarto trimestre del año.
Proyectos
A la hora de diseñar un proyecto los expertos confirman que se tienen que analizar las necesidades del cliente y tener en cuenta que todavía en el mercado conviven instalaciones analógicas con las de tecnología IP. Robledo, de Bosch, confirma que “las instalaciones analógicas están amortizadas y existe la necesidad de migrar de analógico a IP”.
Hernández, de Auge y Vida.ip, subraya que “un proyecto nuevo se diseña en IP” aunque puntualiza que muchas empresas con instalaciones analógicas deciden migrar a IP, pero de manera paulatina. “Disponemos de tecnología híbrida para utilizar lo que la empresa tiene e implementar nuevas funciones en tecnología IP”, subraya.
Las instalaciones con tecnología analógica son pequeñas y se reducen a un nivel básico. Sin embargo, la introducción del Full HD en los últimos lanzamientos dentro de esa tecnología puede alargar su ciclo de vida en el mercado. “Esto puede alargar un poco la transición; pero el valor y la convergencia a nivel tecnológico que aporta el IP no tiene parangón respecto al CCTV tradicional”,recalca Navarro, de D-Link.
La tecnología IP aporta nuevas funciones como la conexión en remoto, capacidad analítica y otras posibilidades que hacen que sea la opción elegida en numerosos sectores. “La mayor parte de los proyectos se llevan a cabo en el sector retail que es un sector muy fuerte”, señala Hernández.
“Esta capacidad analítica, la conexión en remoto o incluso el conteo de personas es un tipo de información adicional que para retail es interesante”, confirma Robledo, de Bosch.
Los expertos creen que los sistemas de videovigilancia se pueden utilizar en casi todos los sectores y en distintos tipos de proyectos, aunque coinciden en señalar, además del comercio, al turismo, la educación, la hostelería y la vigilancia urbana como los más activos a la hora de implantar este tipo de soluciones.
Navarro, de D-Link, indica que se está observando una demanda emergente en el ámbito doméstico para sistemas como los vigilabebes o incluso en áreas como “el hazlo tú mismo” por la facilidad de la configuración de las soluciones. Al mismo tiempo, las operadoras están tratando de retomar los servicios de videovigilancia que probaron hace algunos años y que ahora parece que volverán a introducir en sus ofertas.
El auge de las smart cities es otro ámbito que está impulsado la demanda de sistemas de videovigilancia. En este apartado, Robledo, de Bosch, indica que “hay muchas empresas que nos han elegido como partner para ofrecer una solución conjunta”.
La renovación de los sistemas de videovigilacia de infraestructuras críticas a la que obligan las normativas europeas es otro factor que impulsa el crecimiento de la demanda, aunque “son proyectos más complejos que requieren soluciones específicas”, añade Robledo.
Barreras y sinergias
En cuanto a las barreras que pueden encontrarse a la hora de poner en marcha este tipo de proyectos, los expertos coinciden en indicar que los temas legales se han superado. Los instaladores, tanto los del lado IT como los de la seguridad tradicional, conocen perfectamente los requisitos legales que se exigen y no suponen ningún problema en la actualidad. “El instalador se ha preocupado de conocer la LOPD”, resalta Hernández.
La inestabilidad económica es la principal barrera para el responsable de D-Link, pero si los indicadores económicos mantienen su evolución positiva se podrá incrementar el presupuesto dedicado a la videovigilancia tanto en la Administración Pública como en la empresa. Uno de los escollos que se encuentra este fabricante a la hora de comercializar estas soluciones es la “reticencia del mercado tradicional a dar el salto a la tecnología IP”.
Sin embargo, se producirá una convergencia de los dos perfiles por la propia evolución de la tecnología y las sinergias que se dan con otros segmentos.
Una de la sinergias más claras es con el almacenamiento, ya que desde el punto de vista legal hay que conservar la información. Pero hay más porque en la instalación de un sistema de videovigilancia intervienen otros elementos como la red o el wireless.
Hernández señala que “todo puede converger en un único dispositivo. Tenemos dispositivos que integran estos sistemas y permiten una confluencia no solo con el video sino con el sistema general de la empresa”.
Canal
El canal de los sistemas de videovigilancia está integrado por dos tipos de partners: el distribuidor informático y el del mercado de la seguridad. Ambos han coexistido pero ha llegado el momento de la convergencia. “Hemos convivido con ambos canales y la armonía siempre ha sido buena”, apunta Hernández.
Al distribuidor del mundo informático por sus conocimientos en infraestructuras en otros productos le ha resultado sencillo incorporar la videovigilancia a su portafolio, mientras que el clásico distribuidor del ámbito de la seguridad está preparándose para dominar la tecnología IP.
Auge y Vida.ip cuentan con más de 1.000 partners, aunque activos se cifran en 400. La labor con estos socios, como indica el responsable de esta compañía, es ayudarles en todo el ciclo de venta para que puedan ofrecer una solución global.
Bosch tiene un canal más pequeño, pero especializado. “Disponemos de un grupo reducido de distribuidores muy especializados que no solo hacen la función de distribuidor, sino que dan un servicio adicional. Algunos ofrecen una solución global que incluye almacenamiento, cámaras y sistemas de red”, confirma Robledo.
Para D-Link la especialización es un factor determinante para operar con éxito en este mercado. Por este motivo quiere potenciar la especialización de sus socios. “A partir de esta última fase del año y de cara a 2016 queremos buscar la especialización tanto de partners TI como de los partners del sector de la seguridad”, avanza Navarro.
Los tres coinciden en resaltar que, a pesar de tratarse de especialistas, el soporte y apoyo tanto comercial como técnico es imprescindible.
A juicio de Robledo, de Bosch, los partners en «proyectos complejos por muy alta cualificación que tengan requieren ayuda y es importante el soporte que les damos».
Hernández, de Auge y Vida.IP, coincide en la importancia del soporte que permite cubrir «cualquier carencia que el partner pueda tener en el conocimiento del producto».
Junto al soporte, la formación es otro aspecto que cuidan los proveedores y que Navarro, de D-Link, califica como «fundamental, crítico y necesario» para impulsar las ventas.
Bosch ofrece formación on-line a través de la Bosch Security Academy y cursos presenciales. Esta fórmula, que la combina formación on-line y la presencial, también la utiliza D-Link, mientras que Auge realiza algunos cursos aunque la mayor parte de la formación de sus distribuidores recae en los ciclos que imparten los fabricantes que integran su oferta.
El objetivo de estos cursos es mejorar su preparación para que sean capaces de aprovechar todas las oportunidades de negocio que presenta este mercado que ofrece márgenes más atractivos que otros segmentos.
La previsión de los tres expertos es que en el último trimestre del año se aceleren las ventas y se cierren nuevos proyectos. «Tenemos buenas expectativas en hostelería y en servicios», comenta Navarro.
Robledo, de Bosch, comparte esta impresión y comenta que en su cartera figuran «varios proyectos grandes en la Administración y en infraestructura crítica».
Hernández también confirma la existencia de nuevos proyectos en los que está trabajando con su red de socios.