Nunca nos hemos caracterizado los españoles por nuestra capacidad de invención. El “¡Qué inventen ellos!” con el que Unamuno denunciaba, hace ya unas cuantas décadas, la falta de desarrollo tecnológico y científico en España, sigue marcando el paso de algunos segmentos. Sin embargo, la creatividad y el desarrollo propio es posible. Y en el competitivo segmento tecnológico hay alguna excepción. Bajo el nombre de Solid Blue se esconde una iniciativa española que ha sido capaz de “construir” una arquitectura de almacenamiento, 100 % basada en tecnología Flash. Con la patente en el bolsillo, ahora la “marca” busca empresas de capital-riesgo que financien la fase final de desarrollo, lo que permitirá desembocar en un producto perfectamente acabado.
Solid Blue nace del conocimiento que ha atesorado, durante casi tres lustros, Core Systems, un integrador que conoce el mercado desde primera línea de batalla como socio de compañías como NetApp, Oracle o EMC. “Hace cinco años nos planteamos la idea de que podíamos desarrollar una opción propia en el mercado del almacenamiento”, arranca José Carlos Sánchez, director general de Solid Blue. Teniendo claro que el futuro era Flash, como así ha sido, el diseño en el que basaron la arquitectura tendría como referencia nativa esta tecnología. “Nos plateamos el desarrollo de un producto con las mismas características y prestaciones que cualquier opción tradicional del mercado (snapshots, deduplicación, etc.) pero con tecnología Flash”, explica. “Y no se trataba, como se ha observado en algunas opciones que existen en el mercado, de sustituir los discos tradicionales por discos Flash, que permitían únicamente ganar en rendimiento, sino de diseñar bajo un “formato” all Flash array”. Al no contar con una hoja de producto que proteger, toda la arquitectura está pensada, diseñada y volcada en esta tecnología. “Era esencial contar con una solución sencilla que permitiera evolucionar a la empresa”.
Tras una completa etapa de pruebas técnicas, de las que salió airosa, la propuesta inició el necesario proceso de registro de patente, lo que siempre permite ver qué desarrollos similares hay en todos los mercados: español, europeo e internacional. “Y nos dimos cuenta de que muy pocas propuestas eran como la nuestra. Nadie cuenta con un diseño de arquitectura como el que hemos desarrollado”. Este año lograron la patente de comercialización para toda Europa y Estados Unidos.
Junto al diseño de la arquitectura, el proyecto también cuenta con un análisis exhaustivo del cliente objetivo en el que podría encajar, un plan de negocio y el desarrollo de la estrategia de comercialización. Un conocimiento que procede, cómo no, de la experiencia atesorada de Core Systems. “Hemos podido evaluar, incluso, en qué proyectos encajaría una opción de este tipo: conocemos perfectamente cómo son los clientes finales y cuál es su manera de comprar”. No han olvidado el posible precio. Básico en España. “Lo hemos adaptado para que el coste esté equilibrado con soluciones similares en cuanto a prestaciones y mercados”.
Solid Blue se ha “aprovechado” de la experiencia de Core Systems pero ya su peculiar nombre identifica un proyecto completamente independiente de la labor de integración que lleva realizando casi 15 años. “Eso sí, en un futuro, contaremos con Core Systems como parte de nuestro canal de distribución”.
Precisamente su plan de comercialización contempla al canal como único interlocutor con los clientes y que incluye la figura del mayorista. Incluso tienen un nombre en la futura nómina: Aryan Comunicaciones. “Con esta compañía tenemos muy buena relación e incluso hemos contado con su colaboración en esta fase de desarrollo del producto”, asegura Sánchez. Incluso, está contemplada la distribución a través del canal de integradores de Aryan.
Otro punto clave que aparece en su plan de comercialización es la utilización de máquinas bajo la fórmula de “try and buy”. “Tenemos muy claro que es fundamental probar las máquinas antes de comprarlas. Y que el cliente disponga de una persona que les ayude en la implementación y en la fase de despliegue del proyecto”.
A la caza de financiación
Si ponerse a diseñar es una tarea con poco arraigo en España, la búsqueda de empresas de capital-riesgo que soporten parte de los desarrollos se torna en una labor aún más ardua. “El perfil de inversor en España para este tipo de proyectos está muy poco desarrollado”, reconoce José Carlos Sánchez. “Hay empresas que están dispuestas a invertir una vez hechas las primeras ventas pero no para soportar la recta final del desarrollo del producto”. El director general calcula que el plazo de esta última fase tendría una duración de año y medio a dos años, lo que ha provocado la renuncia de algún grupo inversor que ve excesivo el tiempo. “En Israel y en Estados Unidos quizás la búsqueda de inversores sería más sencillo”, reconoce.
Este último tramo de desarrollo es esencial. “El mercado, sobre todo las grandes empresas, admite un único fallo, que se torna en el último; por lo que el producto debe estar completamente acabado”.
¿En qué se diferencia la propuesta de Solid Blue?
No sólo frente al resto de proveedores tradicionales que han desarrollado una propuesta Flash. José Carlos Sánchez también defiende una personalidad propia frente a aquellas marcas que también han volcado su negocio, en un 100 %, en el desarrollo de opciones Flash. “Nos diferenciamos en la manera en que interconectamos todas las bandejas de almacenamiento. Además éstas no integran solo discos sino que contienen una electrónica propia, CPUs y memorias”, relata. Un diseño que les permite, a medida que se vaya ampliando la capacidad de almacenamiento, también se crezca en potencia de procesamiento. “Se trata de un incremento lineal que incluye tanto el almacenamiento como el cómputo”.
Otra particularidad es el uso que hacen de la tecnología NVMe que permite ofrecer más rendimiento. “Una tecnología a la que no van a poder acceder algunas grandes marcas del mercado del almacenamiento que utilizan tecnología SAS”, analiza.
El mercado natural de la opción de Solid Blue son las grandes y medianas cuentas.