El Consejo de Ministros del pasado viernes, día 19 de octubre, ha aprobado al anteproyecto de Ley del impuesto sobre determinados servicios digitales con el que impondrá a las empresas con una facturación de 750 millones a nivel mundial y de 3 millones en España. Está previsto que este gravamen represente una recaudación de 1.200 millones de euros.
Esta acción se ha puesto en marcha sin esperar a la resolución del debate abierto en la Unión Europea y convierte a España en el primer país en poner un impuesto de este tipo.
La patronal tecnológica AMETIC considera que este impuesto rompe con el acuerdo internacional de gravar los beneficios y no los ingresos, y genera problemas de doble tributación. Cree que sitúa en desventaja competitiva a las empresas españolas frente al resto de Europa y del mundo. A su juicio se desincentivará la atracción de inversiones y supondrá un freno a la innovación, lo que tendrá como consecuencia un retroceso de la posición digital de España, frente al resto de países europeos. ¿Está de acuerdo con esta posición? ¿El impuesto frenará la digitalización de nuestro país?