Casi dos decenas de fabricantes y un enorme abanico de equipos, monitores y accesorios conforman la oferta de Esprinet en el área del gaming. Un apartado que vive, tras la explosión de los últimos años, un periodo de crecimiento más moderado. En el caso del mayorista, el balance de negocio es muy positivo. Alejandro Mora, brand manager de Esprinet Ibérica, explica que tratan de completar, cada día más, esta oferta. “Tratamos de tener el mayor fondo de armario en soluciones gaming”.
Un mercado en el que Mora insiste en hermanar las dos plataformas sobre las que se ha basado su desarrollo: el PC y la consola. “Coexisten y, en cierta manera, son vasos comunicantes”, explica. “La buena salud de uno de ellos afecta, por supuesto, en el otro y viceversa”. A su juicio, ya es habitual observar el “juego cruzado” que se produce entre ellas; algo demandado, desde hacía mucho tiempo, por la comunidad de los “jugones”. “Las consolas tienden hacia la convergencia, lo que nos permite observar a los usuarios de estos dispositivos, especialmente los que utilizan Microsoft o Sony, como clientes potenciales de los monitores y los periféricos de alto rendimiento”.
Periodo de transición en el gaming
Aunque el crecimiento del segmento gaming no es tan alto como hace unos años, sigue siendo, en lo que se refiere a portátiles y equipos de sobremesa, el segmento que tira del apartado del PC de consumo.
Mora, además, señala a los monitores como el periférico que se ha mostrado más activo en los últimos meses, con especial incidencia en el tercer trimestre. “Es un dispositivo que está imparable”, reconoce. Buena muestra de ello es la subida en el precio medio que se ha experimentado, con especificaciones como, por ejemplo, G-Sync o los paneles con frecuencias de refresco superiores a los 100 Hz, cada vez más demandadas.
Asentado el portátil como la opción preferida por los jugadores, su permanente desafío es, como siempre ha sido habitual, proporcionar una experiencia tan potente como un equipo de sobremesa. “Un reto en el que son claves la disipación del calor, la sonoridad y la autonomía”, apunta. Mora cree que, para marcar su diferenciación en el mercado, los fabricantes ya van un paso más allá de las especificaciones. “Ahora lo que señala la diferencia son los materiales con los que están fabricados los equipos y sus acabados que permiten una mayor y mejor disipación del calor, lo que conduce, lógicamente, a un mayor rendimiento, una menor acústica y mejores autonomías”.
Mora se atreve a asegurar que el mercado del gaming vive un breve periodo de transición. Una afirmación que apoya, por ejemplo, en que en el mercado de GPU, la arquitectura Turing “aún no ha conectado todo lo que se esperaba con el público”. Reconoce Mora el movimiento, “vibrante”, que vive el segmento de los procesadores, con propuestas “muy interesantes” por parte de las dos compañías que lo cubren y que “quizás se vayan consolidando en 2020”. También en este próximo año prevé la renovación de aquellas consolas que ya ven cercano su fin de vida útil.