Tres años después de la “reinvención”, la feria recupera un mayor espacio para la exposición y mantiene su foro de debate, en el que se combinan diferentes espacios de conferencias.
La inauguración fue vista y no vista. La organización mutó el tradicional formato de otras ediciones, en las que se apostó por convocar en una sala y se decidió por la fórmula “SIMO”, con el rancio corte de cinta incluido. A continuación, la tradicional deambulación por los stands, lo que no incluyó declaraciones.
En el espacio de exposición, 50 empresas siguen apostando por el stand, lo que supone 2.200 metros cuadrados ocupados. La previsión de los organizadores es superar los 4.000 visitantes. Tienen hoy y mañana para cumplir el objetivo. ¿El espacio? El Palacio Municipal de Congresos, pegado al IFEMA.