El gobierno catalán persiste en imponer un nuevo canon por conexión a Internet, que entraría en vigor antes del próximo verano, y que gravaría a las operadoras con una tasa de 0,25 euros mensuales por cada línea contratada en Cataluña. AMETIC ha vuelto a mostrar su oposición a este nuevo impuesto que, a juicio de la patronal, “supone un nuevo esfuerzo para un sector que ya hace frente a una severa presión fiscal con multitud de impuestos y tasas procedentes de distintas administraciones y organismos”.
AMETIC cree que si se siguen incrementando las cargas en el sector hay una grave riesgo de “desincentivar la inversión para el despliegue de las nuevas redes fijas y móviles de alta capacidad”, unas infraestructuras que a su juicio, “son imprescindibles para contribuir a que España forme parte del nuevo ecosistema digital”.
AMETIC ha recalcado que medidas como la que pretende la Generalitat “son contrarias al espíritu del Proyecto de Ley General de Telecomunicaciones que precisamente busca crear el marco adecuado para facilitar las inversiones necesarias para el desarrollo de la economía digital”. A su juicio, este tipo de propuestas “son contrarias a la unidad de mercado y a la simplificación administrativa que inspira esta norma”.
Tanto AMETIC como las empresas afectadas por el nuevo impuesto ya han anunciado que iniciarán diferentes acciones —incluidas las legales en el caso de las operadoras— para conseguir la anulación.