La inversión en I+D será una de las claves para conseguir la sostenibilidad del estado del bienestar, según el análisis del grupo de reflexión que recientemente ha puesto en marcha AMETIC. Este comité de expertos señala que es urgente que tanto España como Europa redoblen sus esfuerzos en I+D ya que están perdiendo peso frente a otros países y continentes.
El grupo explica que en Asia se está concentrando el 44,2 % de la inversión mundial, destacando China que se ha convertido en una potencia tecnológica con el 22 % de esta inversión. Este país se está haciendo con el control de tecnologías destacadas como la inteligencia artificial y se encamina a desbancar a EE.UU., como nación con mayor esfuerzo bruto en I+D en pocos años.
Frente a China, Estados Unidos ejecuta el 25 % de la inversión en I+D y Europa solo alcanza el 20 %. A juicio del especialistas, Europa debe controlar campos estratégicos como los semiconductores, la microlectrónica, la inteligencia artificial, la supercomputación, los nuevos materiales o la genómica de última generación.
Para lograr este objetivo, las instituciones europeas han instado a los países miembros de la Unión Europea a reindustrializarse y llegar al 3 % de la inversión en I+D/PIB para 2020; pero en el caso de España, la cantidad que se invierte está muy alejada de este porcentaje.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía invirtió en 2017 un total de 14.052 millones de euros en I+D, lo que equivale a un 1,2 % del PIB y supone un incremento de una centésima en el último año —se pasó del 1,19 % al 1,20 %.
Este porcentaje nos aleja de la media europea, que está en el 2 %, y significa que se debe incrementar con urgencia la inversión para llegar al 3 % del PIB. Este esfuerzo debe ser hecho tanto a nivel público como privado, según estima el grupo de reflexión de AMETIC.