La inteligencia artificial marca la hoja de ruta de la innovación y el desarrollo actual de AMD. José Manuel Gómez, business development executive enterprise sales de la compañía en España y Portugal, repasa una estrategia, “extremo a extremo”, que se alarga desde el PC, con su línea de procesadores AMD Ryzen, hasta el centro de datos, con sus familias EPYC. Una estrategia en la que el desarrollo de las GPU, con su arquitectura RDNA, tiene cada vez un mayor peso. “Para seguir siendo relevantes y competitivos en el mercado, nuestro centro es la innovación”.
Echando un vistazo al negocio en España, ¿qué balance se puede hacer del negocio en el área enterprise en el último año?
Los clientes valoran muy positivamente la estrategia tecnológica de AMD. Somos ya una referencia clave en el área de la inteligencia artificial, tanto en el desarrollo de los entornos más tradicionales como en la consolidación del centro de datos y en la optimización de los entornos de virtualización.
Durante este último año hemos alineado la organización y la forma de ir al mercado con una gestión más directa de los principales clientes y, obviamente, seguimos fortaleciendo las alianzas con los principales fabricantes.
Observando las diferentes líneas de negocio en los que basa AMD su actividad, ¿cuáles cuentan con un mayor desarrollo en nuestro país?
Estamos totalmente alineados con las principales tendencias del mercado. La línea de soluciones para el área de servidores, AMD CPU EPYC, está en el centro de las conversaciones con nuestros clientes ya que es la tecnología óptima para cualquier carga de trabajo. Asimismo, el desarrollo de los proyectos de inteligencia artificial nos permite cubrir la demanda de esta tecnología, de extremo a extremo. En este apartado incluimos las aceleradoras para el centro de datos, GPU Instinct, para el entrenamiento de grandes modelos; las aceleradoras Alveo, para la inferencia; y las CPU Ryzen en los entornos de los PC, que permiten ejecutar cargas de trabajo directamente en estos dispositivos. Por tanto, se trata de cubrir diferentes demandas, optimizando el rendimiento y la seguridad, con especial incidencia en la eficiencia energética y reduciendo el coste total de propiedad.
El entorno de los procesadores es uno de los segmentos de mercado en el que más velocidad innovadora se produce, con una hoja de ruta “brutal” por parte de los proveedores. ¿Cuáles señalaría como las innovaciones más importantes que los fabricantes han introducido en los últimos tiempos?
Señalaría tres, fundamentales. La primera, y más reciente, apela a los cores dedicados a las cargas de trabajo de inteligencia artificial. Son aceleradores de esta tecnología que van incluidos en los procesadores de los PC en paralelo con la CPU. El pasado mes de junio en el Computex celebrado en Taiwán, hemos presentado la tercera generación de CPU de inteligencia artificial, AMD Ryzen AI 300, con un procesador neuronal (NPU) que va embebido dentro del chip, que es el más potente del mundo; superando lo que Microsoft recomienda para Copilot +, su funcionalidad prémium en inteligencia artificial en el mundo del PC.
Otra innovación es el diseño basado en chiplet. Se trata de un diseño modular que AMD empezó a desarrollar con sus arquitecturas Zen y RDNA que permite ir construyendo funcionalidades modulares, cada una de ellas con una funcionalidad dentro del propio chip. Este enfoque modular permite una gran accesibilidad y escalabilidad en el diseño de los procesadores y una mayor personalización.
Y, por último, la tercera innovación viene de la fabricación de los procesadores. AMD ya desarrolla en cuatro nanómetros. Es muy importante el proceso de fabricación: cuanto más pequeño, mejor, porque permite incluir más procesadores y, sobre todo, un mayor rendimiento y una mayor eficiencia energética.
“Para competir en el mercado es esencial la inversión en I+D para desarrollar innovación tanto en el área de las GPU como en las CPU”
La “confrontación” de AMD con Intel y con NVIDIA, ¿qué valor concede al mercado y a los clientes?
Sin duda los clientes salen ganando en muchísimos aspectos. Esta intensa competencia mueve el mercado, la tecnología, y los principales fabricantes trabajamos para fabricar con un mejor rendimiento y una mayor eficiencia. Esta competencia impulsa la innovación con soluciones más potentes. Además, amplía la oferta de productos para los clientes. Y, muy importante, promueve los estándares abiertos para que se pueda colaborar.
El entorno del PC sigue siendo esencial. A pesar del descenso de los dos últimos años, el PC se ha consolidado como el dispositivo de referencia en el entorno personal, siendo los procesadores el elemento más valorado por los usuarios. ¿Es el elemento que marca el camino de la innovación en este apartado?
En el mundo del PC hay una característica fundamental que es la experiencia de usuario y la clave es el procesador: es el que va a permitir esa experiencia. La inteligencia artificial es uno de los elementos más importantes. Vivimos un gran cambio en el modelo del PC ya que, al integrarla, adquiere un comportamiento dinámico, como se observa, por ejemplo, con funcionalidades multitarea; fundamentales en la experiencia del usuario.
También en la duración de la batería. Esta depende de muchos factores pero el gran consumidor es la CPU; por tanto, cuanto mejor sea su eficiencia energética, de más horas de autonomía disfrutará el usuario.
Desde el punto de vista empresarial, es muy importante amortizar la inversión. Con los procesadores de última generación, las empresas garantizan a sus empleados disfrutar en sus equipos de la última tecnología. Aseguramos una estabilidad.
¿En qué se diferencia la apuesta de AMD, encarnada en AMD Ryzen, en este competitivo mercado y cuáles son los factores en los que basa su innovación?
En el desarrollo de la inteligencia artificial, AMD ya dispone de la tercera generación de Ryzen. La primera se lanzó el año pasado, AMD Ryzen 7040, la segunda se anunció a principios de este año y el anuncio de la tercera fue el pasado mes de junio. Por tanto, AMD va por delante en la inclusión de inteligencia artificial, que es la gran disruptora del mercado. Nuestra arquitectura Zen y el diseño basado en chiplet nos permite evolucionar muchísimo más rápido que nuestros principales competidores en el diseño y en la fabricación. También permite una escalabilidad en cuanto a rendimiento, especialmente en el centro de datos, incluyendo un mayor número de cores en un único chip.
Y, sin duda, la eficiencia energética: fabricar en cuatro o en cinco nanómetros nos permite mayor eficiencia que nuestros competidores.
El apartado de las gráficas marca un campo de desarrollo crítico. Se ha anunciado que, además de RDNA4, RDNA5 será una arquitectura completamente nueva, desarrollada desde cero. ¿En qué elementos ha basado AMD su apuesta en este mercado?
Desgraciadamente, aún no podemos adelantar detalles sobre esa arquitectura ya que se trata de una información confidencial. Ahora bien, AMD siempre se centra en la innovación para seguir siendo relevante y competitivo en el mercado. Cuando presentamos la arquitectura RDNA3 nos pusimos tres objetivos: acelerar el liderazgo en rendimiento por vatio, subir el listón de los juegos de alta resolución y alta velocidad de programa, donde disfrutamos de una gran presencia; e introducir experiencias para juegos de nueva generación. Alcanzar estos objetivos nos ha permitido ofrecer un 50 % más de rendimiento por vatio con la arquitectura RDNA3, en comparación con las anteriores.
“Nuestra arquitectura Zen y el diseño basado en chiplet nos permite evolucionar muchísimo más rápido que nuestros principales competidores en el diseño y en la fabricación”
¿De qué manera se puede competir con NVIDIA?
Lo que realmente nos diferencia es que AMD cubre la inteligencia artificial extremo a extremo. Para competir en el mercado es esencial la inversión en I+D para desarrollar innovación tanto en el área de las GPU como en las CPU. Estamos llevando a cabo grandes inversiones tanto en las aceleradoras de la GPU en el centro de datos como en el software de inteligencia artificial. El éxito de AMD con AMD CPU EPYC es totalmente extrapolable al área de GPU, en el entrenamiento de inteligencia artificial. También es muy importante la inversión que estamos haciendo en el software, ROCm; que es nuestra base para los clientes que quieran utilizar nuestras GPU Instinct. Estamos destinando mucha inversión tanto en el área del hardware como en la parte de software.
Otra área clave es el desarrollo de los centros de datos en el que la apuesta de AMD es AMD EPYC y, por supuesto, la arquitectura Zen que también aplica al área del PC. Un segmento en el que la eficiencia es esencial. ¿Qué marca la estrategia de AMD en este apartado?
En el centro de datos nos planteamos tres objetivos: máximo rendimiento, máxima escalabilidad y máxima eficiencia energética. Aprovechando el proceso de fabricación, ya fuimos capaces de llevar a cabo el modelo de diseño, chiplet, para procesadores x86.
A día de hoy, tenemos más de 300 récords mundiales de muchas cargas de trabajo, incluyendo, por supuesto, la eficiencia energética. Impulsamos cuatro de los 10 supercomputadores con mayor eficiencia energética del mundo, según la lista de Green500.
AMD tiene un objetivo, que llamamos 30×25. Se trata de multiplicar por 30 la eficiencia energética, tanto de los procesadores como de las aceleradoras, para el año 2025. A finales del año 2023 habíamos conseguido multiplicar por 13,5 la eficiencia energética; por lo que estamos en línea con ese objetivo.
En esta área, España se ha convertido en un punto de atracción de inversión, ¿Qué proyección observa en este apartado en los próximos tiempos?
España va camino de convertirse en uno de los mayores hub tecnológicos de centros de datos de Europa. Estas inversiones están creando un ecosistema tecnológico que beneficiará a las empresas españolas porque atrae talento y se genera un conocimiento
que se compartirá no solo en estas grandes empresas, sino en el resto del ecosistema empresarial español. Las empresas españolas son plenamente conscientes, cada vez más, de la importancia de la tecnología de los procesadores para el desarrollo de sus plataformas. Las empresas van a realizar un análisis mucho más detallado del hardware que permita un rendimiento óptimo, tanto para las cargas de inteligencia artificial como para la virtualización o las cargas más clásicas. Y no solo será importante el software, también el hardware; y, por tanto, los procesadores, porque juegan un papel fundamental para reducir la huella de carbono y para que las empresas puedan alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
Un entorno en el que son claves las áreas vinculadas con la virtualización; apartado que está viviendo una gran actividad. ¿En qué se basa la propuesta de AMD para optimizar estos entornos?
Los clientes se están planteando la evolución de sus arquitecturas de virtualización tanto en el centro de datos como en los entornos de escritorio. Nuestra propuesta de valor de virtualización se basa en tres pilares. Uno es el rendimiento. Los AMD EPYC aceleran las aplicaciones empresariales y están optimizados para trabajar con VMware, Nutanix o Microsoft Azure. Tenemos más de 300 récords mundiales de rendimiento de procesadores.
Otro aspecto muy importante en estos entornos es la seguridad. Contamos con una funcionalidad, integrada en el silicio, AMD Infinity Guard, que permite defenderse de las amenazas internas y externas. Ofrecemos una virtualización cifrada que aísla las máquinas virtuales, de tal forma que cada máquina virtual está encriptada. Es una solución específica para los entornos de virtualización.
Y, por supuesto, es clave el soporte del ecosistema. Contamos con grandes alianzas con los fabricantes de los sistemas operativos, de los hipervisores o de las aplicaciones de software. El objetivo es evolucionar las arquitecturas de los clientes para disfrutar, a través del hardware, de un mayor rendimiento y de una mayor eficiencia en las máquinas virtuales que despliegan.
Y, la seguridad, ¿qué supone la tecnología AMD PRO Security?
En el entorno del PC, la seguridad se establece por capas: hardware, software, comunicaciones, etc. En nuestro caso, estamos en la capa del procesador con funcionalidades muy avanzadas. En la familia AMD Ryzen PRO implementamos estas soluciones de seguridad. Integramos un procesador, AMD Secure, que valida el código de ejecución para mejorar la integridad de los datos. Además, contamos con AMD Memory Guard, que cifra los datos incluidos en la memoria caché dentro de los procesadores; y con AMD Shadow Stack, que hace una foto del código que va a ejecutar y asegura que no haya una línea de código externa que podría ser un malware o un ataque. Estas tres características están implementadas en el propio procesador.
¿De qué manera se organiza el ecosistema de partners?
El modelo de AMD discurre en un 100 % a través de nuestros socios. Lógicamente, mantenemos alianzas con los fabricantes de equipos (OEM) que integran nuestros procesadores dentro de sus soluciones. Proporcionamos soporte comercial y técnico, y acciones de desarrollo de negocio. Además, trabajamos con el ecosistema de partners y con los mayoristas de estos fabricantes
Respecto al despliegue del 5G, ¿qué marca la estrategia de AMD?
Ofrecemos soluciones escalables, energéticamente eficientes y abiertas para cada uno de los casos de uso habilitados para las redes 5G. Nuestras CPU EPYC, por ejemplo, ofrecen funciones de seguridad única, flexibilidad y un excelente coste de propiedad. También aplicaciones en la nube e instalación en los entornos edge. Estamos trabajando con los principales partners de soluciones de 5G para que homologuen nuestros procesadores como parte de su solución de 5G en cualquier entorno.