Los Fondos Europeos de Recuperación y Resiliencia son una de las grandes bazas para la recuperación económica de España. La primera partida, que consta de 27.000 millones de euros, llegará a nuestro país durante la segunda mitad de año. Sin embargo, los directivos españoles han reconocido que todavía ven con distancia el acceso a estas ayudas.
Esta sensación de lejanía se refleja en que el 34 % de los empresarios españoles, consultados por Grant Thornton para su informe Global Business Pulse, no han activado todavía ningún plan para poder optar a estas ayudas. La mitad de este porcentaje reconoce no haber intentado acceder a los fondos y la otra mitad desconoce por completo el procedimiento para activar la solicitud.
Carlos González Luis, socio de la consultoría del sector público de Grant Thorton, ha explicado que el objetivo de estas ayudas “es financiar programas de reformas e inversiones que estén alineados con los cuatro ejes transversales de transformación”. Estos cuatro vectores pretenden impulsar proyectos enmarcados en la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión territorial y social y una España con igualdad de oportunidades.
Según se recoge en el estudio, el 33 % de los empresarios conocen estos ejes de transformación y están inversos en la preparación de la documentación para poder solicitar las ayudas. En el punto opuesto está el 32 % de los encuestados, los cuales aseguran que no cumplen con los requisitos para poder solicitar los fondos.
Aunque la delimitación de los procedimientos ha sido un proceso lento y poco claro, las fases ya están programadas y las compañías pueden seguir diseñando sus propuestas, así como posicionarlas ante los distintos organismos financiadores. Esta fase de posicionamiento se alargará hasta septiembre. Los expertos de Grant Thornton aconsejan emplear este tiempo para “madurar” los proyectos, analizar cualquier novedad en las normas e ir creando la memoria de la solicitud.
Estos fondos han generado una fuerte expectativa empresarial. No es para menos porque el 37 % de las empresas encuestadas asegura que la falta de financiación es una de las principales limitaciones para su crecimiento de futuro. Un porcentaje superior al de la media europea que se sitúa en el 34 %. Los directivos también se han mostrado preocupados por la excesiva normativa y burocracia en la gestión de los fondos, así lo ha señalado el 52 %.