Se ha crecido en digitalización pero aún no es suficiente. José María Lasalle, secretario de Estado para la Sociedad de la Información, aseguró que el gran objetivo es colocar a España entre los países líderes en este apartado, ”resultando fundamental la colaboración entre las instituciones públicas y la empresa privada”. Un desarrollo que debe estar acompañado del respeto absoluto por los derechos de los ciudadanos y que Internet sea un lugar seguro. “Es fundamental que no exista ninguna vulnerabilidad en la experiencia del usuario como ciudadano e internauta».
Liderazgo en infraestructura
Lasalle se encargó de cerrar el acto en el que Telefónica presentó su tradicional informe acerca de la situación de la Sociedad de la Información en España en 2016 en el que destaca el dato del liderazgo de España en Europa en el área de la infraestructura: por primera vez, el pasado mes de agosto, el número de líneas de nueva generación, que sumaron 6,74 millones, superó al de líneas ADSL, que alcanzaron los 6,67 millones. El despliegue de fibra óptica hasta el hogar alcanzó los 22,6 millones de unidades, superando los tres millones de clientes, más que en Francia, Reino Unido, Italia y Alemania juntos.
En lo que se refiere a la telefonía móvil el 95 % de la población tiene cobertura 4G, 19 puntos más que en 2015. El tráfico a través de esta tecnología ha crecido un 208 %.
Luís Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica, insistió en los beneficios de la digitalización que debe ser una realidad en todos los órdenes sociales. Explico que una subida de 10 puntos en este índice supondría elevar en un 3,2 el PIB, lo que supondría 35.000 millones de euros más y la creación de 250.000 empleos.
Acceso a Internet
Más de 23 millones de españoles acceden todos los días a Internet, unos 800.000 más que en 2015 y los usuarios totales ya alcanzan los 27,7 millones. Lasalle se encargó de prometer que en 2020 toda la población española disfrutará de una conexión mínima a Internet de 30 MB por segundo. “Se trata de que la conectividad no sea un obstáculo sino un orgullo”.
Un dato muy llamativo es que los mayores de 65 años usan de manera masiva los dispositivos conectados. El ocio es su mayor motivación: así lo aseguran el 59,3 % de los internautas de este grupo, más de 13 puntos que el año pasado. La tableta ha sido clave: el 42,1 % de los mayores la utiliza, un baremo que se ha incrementado en un 219 % (en 2015 el porcentaje de usuarios era del 13,2 %). Es, sin duda, el segmento de edad que más utiliza este dispositivo y el único en el que crecer su uso.
La privacidad sigue siendo una preocupación. 4 de cada 5 usuarios la señalan así. Tan solo el 17,4 % estaría dispuesto a que las Administraciones Públicas (locales, autonómicas o centrales) pudiera acceder a sus datos en Internet. El 87,9 % de los internautas cree que debería ser posible identificar y borrar sus datos personales en Internet si así lo deseara. El 83,1 % de los internautas asegura que dejaría de utilizar un servicio determinado si este no controla la privacidad. Para ello, un 68% confía en la Ley de Protección de Datos.
Para preservar la privacidad, el 59,6 % de los internautas desactiva el GPS de su móvil, el 50,4 % “gestiona” sus contraseñas y el 48,7 % desconecta o tapa sus cámaras web.
El teléfono inteligente es el dispositivo preferido para conectarse a Internet (el 91,7 % de los internautas así lo hace), 3,5 puntos más que hace un año, mientras que el 73,1 % se conecta a Internet con el ordenador, 5,1 puntos menos que hace un año. En el caso de los hogares, los que se conectan a Internet a través de los televisores han aumentado 2,2 puntos.
La digitalización sigue ganando terreno en todos los ámbitos, excepto en la lectura de libros. El 82,6 % de los usuarios accede a internet para la búsqueda de información sobre productos y servicios, el 80,1 % para el uso del correo electrónico y el 77,6 % para la lectura de noticias.
Tendencias de comportamiento
Se ha producido una explosión del uso de la mensajería instantánea, tanto en el ámbito privado como en la empresa: el 94,5 % ya hace uso de ella. Más de la mitad de la población entre los 20 y los 24 años (52,3 %) ya la usa para comunicarse en la empresa.
El 50,1 % de los internautas (17,2 millones) ha realizado compras por Internet, lo que supone un 4,2 % más de compradores, y un 21,5 % más en volumen de compra.
La empresa…
El big data es una realidad y desplaza a las aplicaciones para clientes como el principal objetivo de inversión de las compañías. El 35 % de las grandes empresas (que cuentan con más de 500 empleados) ya ha invertido en esta tecnología. El 13 % de las pequeñas y el 29 % de las medianas asegura que ha invertido en alguna aplicación relacionada con estos métodos.
Respecto a su conocimiento, el 28 % de las pequeñas y el 45 % de las medianas conoce el término de forma espontánea. Tras oir, exactamente, qué es el 48 % de las pequeñas y el 59 % de las medianas asegura que conoce el concepto.
En relación al fenómeno del BYOD, el 79 % de los internautas que tiene móvil de empresa lo utiliza para su vida personal y el 68 % instala aplicaciones personales en el móvil de empresa.
La educación es otro segmento clave y es un reflejo del desarrollo de alianzas entre el segmento público y privado. El proyecto “Escuela conectada”, por ejemplo, cuenta con un presupuesto de 330 millones de euros.
Otras tendencias claves
En cuanto a servicios, los fintech en el sector financiero se incorporan a la tendencia de desintermediación que fomentan los servicios digitales y han transformado la gestión financiera de los usuarios. En España ya existen 194 empresas que responden a este perfil.
Otra tendencia es que la realidad se ha vuelto mixta: lo virtual va más allá del ordenador y se fusiona con el mundo real.
Y el futuro…
La incorporación de robots y otros sistemas automáticos con capacidad de aprendizaje y su convergencia con sensores, técnicas de computación y de análisis de datos está facilitando la creación de entornos de inteligencia que abren un gran potencial en la oferta de servicios. Se deben definir normas de convivencia entre los sistemas de inteligencia y las personas; con nuevas leyes de robótica que marquen las relaciones entre personas y máquinas; porque es posible que surjan conflictos.
Otra tendencia es la fusión entre la tecnología y las personas que dan lugar al “hombre conectado”. 10.000 personas han optado por insertar debajo de su piel un chip con NFC o RFID, lo que supone ir mucho más allá del wearable. Por último los dispositivos cobran vida, entendiéndose con el entorno y moviéndose en él. El ejemplo más claro son los coches autónomos.