El auge de la economía digital ha traído consigo un crecimiento en el volumen de datos y un cambio en el uso de los mismos. Han dejado de ser meras herramientas para efectuar operaciones a reconocer que los datos son el elemento central del negocio. «Los datos se han convertido en la nueva divisa de la era digital y tienen el potencial para transformar todas y cada una de las facetas de la empresa: desde los modelos de negocio hasta las tecnologías empleadas y las expectativas de los usuarios», indica NetApp en un documento sobre el mercado de almacenamiento en 2017, elaborado por Mark Bregman, CTO de la compañía, en colaboración con Val Bercovici, CTO de SolidFire, y Manfred Buchmann, vicepresidente de ingeniería de sistemas para EMEA de NetApp.
Este fenómeno se ha reflejado en la aparición de nuevas empresas que han basado su negocio en el control de las redes de recursos. Al mismo tiempo se están afianzando nuevos modelos de negocio que llevan aparejados la creación de un universo de servicios capaces de trabajar conjuntamente para revolver problemas compatibles y un ecosistema de proveedores y desarrolladores que las hagan posibles. En este contexto, el modelo centrado en plataformas ha demostrado tener un valor intrínseco por su capacidad para integrar y simplificar la provisión de servicios. Al mismo tiempo, los profesionales especializados en estas tecnologías se sentirán atraídos por los proyectos que encuentran interesantes.
NetApp también destaca en su visión del mercado que el cloud seguirá siendo elemento clave para poner en marcha nuevos modelos de negocio. «Los nuevos modelos de consumo en función del uso, basados en plataformas como servicio (PaaS) y combinados con nuevas ofertas en materia de escalabilidad, adecuación a normativas y protección de datos, están haciendo de las infraestructuras en el cloud algo esencial para las empresas de todos los tamaños».
Nuevas tecnologías
En el próximo año también se verá que las nuevas tecnologías serán comunes en la empresas. NetApp señala que los nuevos paradigmas de las aplicaciones serán algo habitual. Un ejemplo de esta tendencia es el movimiento DevOps que se centra en la programación composicional en torno a microservicios, aplicaciones híbridas, soluciones de código abierto y contenedores. Estas soluciones irán ganando importancia y serán cruciales para mantener la competitividad.
Los expertos también indican que a medida que las arquitecturas tecnológicas continúen evolucionando para adaptarse a las nuevas aplicaciones e infraestructuras del cloud, también asistiremos a la aparición de un espectro mayor y más dinámico de tecnologías de almacenamiento.
El HCI o infraestructuras hiperconvergentes es una de las nuevas arquitecturas que aborda la importante demanda de infraestructuras más sencillas y reduce la necesidad de asignar recursos administrativos a la gestión del almacenamiento de una organización.
La primera generación de estas soluciones no ha conseguido satisfacer todas las necesidades en materia de flexibilidad o escalabilidad. La creación de infraestructuras a escalas de servicios web exigirá que sean más flexibles para adaptar la relación entre computación y almacenamiento en función de la demanda.
Los directivos confían en que la próxima generación de soluciones HCI resuelva estos problemas y consideran que se asistirá a una transición hacia de redes con un mayor ancho de banda, que permitan gestionar movimientos de grandes volúmenes de datos. También se vislumbra la adopción progresiva de tecnologías de almacenamiento como las soluciones específicas para archivado y la memoria persistente a gran escala.
Finalmente, NetApp cree que la consumerización de la tecnología exige más sencillez y facilidad a la hora de gestionar los datos y el almacenamiento. Está tendencia tiene su reflejo en la empresa que pide más facilidad y menos recursos para la gestión de sus datos.