“Este año nuestro objetivo no es solo mantenernos como un referente en ciberseguridad, sino liderar el mercado ayudando a las empresas a ser más seguras, resilientes y a estar más preparadas para afrontar el futuro digital”, destaca Ricardo de Ena, responsable de canal de WatchGuard Technologies en Iberia.
Para lograr este objetivo la estrategia de WatchGuard este año pasa por simplificar y democratizar la seguridad a través de ofrecer “herramientas que sean fáciles de usar y accesibles para todos”, señala el directivo.
Al mismo tiempo, la compañía seguirá centrada en colaborar con su red de partners MSP, a la que ofrecerá una plataforma unificada de seguridad para facilitar su trabajo e incrementar su rentabilidad.
España sigue rezagada en el ámbito de la transformación digital de las empresas, a pesar de las iniciativas puestas en marcha en los últimos años para digitalizar al tejido empresarial. Según se recoge en el último informe de la Comisión Europea que mide el progreso de los Estados miembros para cumplir con los objetivos establecidos en el programa sobre la “Década Digital 2030”, nuestro país ocupa el puesto 18º en este apartado con una puntuación de 8,7 frente al 9,6 de la media de la Unión Europea, lo que dificulta la consecución de las metas establecidas. A su juicio, ¿cuáles son las causas de este retraso? ¿Qué papel tendría que desempeñar el sector tecnológico durante 2025 para ayudar a las empresas a completar su digitalización?
España se enfrenta a desafíos estructurales y culturales en su proceso de transformación digital que explican en parte el retraso señalado por el informe de la Comisión Europea. Son varios los factores a destacar, entre ellos, estaría la brecha en la adopción tecnológica por parte de las pymes. En un país donde el 99 % del tejido empresarial está compuesto por pymes, muchas carecen de recursos financieros, formación o incluso de una estrategia clara para abordar la digitalización.
Por otro lado, nos encontramos con un problema que afecta no solo a España, sino a todo el mundo, y éste es la falta de talento digital. Otra causa está relacionada con la inversión insuficiente en innovación. Aunque los fondos europeos han aportado un impulso significativo, el nivel de inversión en I+D sigue siendo bajo en comparación con otros países europeos.
La desconfianza en la ciberseguridad podría ser otra de las causas, pues muchas empresas perciben la digitalización como un riesgo en lugar de una oportunidad, especialmente en sectores más tradicionales.
Respecto al papel del sector tecnológico en 2025, debe de actuar como facilitador y catalizador del cambio. Para ello, hay que promover soluciones accesibles y escalables, ya que las empresas necesitan herramientas que sean fáciles de implementar y que se ajusten a sus presupuestos. Aquí es donde la oferta de plataformas unificadas de ciberseguridad y basadas en la nube y los servicios gestionados pueden marcar la diferencia.
Por otro lado, el sector de las TI debe acompañar a las empresas en el viaje digital yendo más allá de proveer tecnología. Debemos ofrecer formación, asesoramiento y soporte continuado. Igualmente, la seguridad debe integrarse desde el inicio en cualquier proyecto de digitalización.
También es necesario impulsar el talento digital y, para ello, el sector TI debe colaborar con universidades, centros de formación y programas de capacitación para cerrar la brecha de habilidades digitales.
Si logramos combinar estas acciones con el compromiso del sector público y privado, podemos avanzar hacia los objetivos de la Década Digital 2030.
En su caso particular, ¿cómo afronta 2025? ¿Dónde se encuentran las mejores oportunidades de negocio para su compañía y qué estrategia van a poner en marcha para aprovecharlas?
Afrontamos 2025 con optimismo y determinación, conscientes de que el panorama de la ciberseguridad sigue evolucionando rápidamente. La acelerada transformación digital de las empresas, combinada con la creciente sofisticación de las amenazas, plantea retos, pero también enormes oportunidades para nosotros como proveedor de soluciones de seguridad.
Las oportunidades clave para WatchGuard en 2025 son la seguridad para las pymes, la gran cuenta, especialmente en un contexto donde las empresas de mayor tamaño están acelerando sus inversiones en ciberseguridad para proteger entornos cada vez más complejos y distribuidos y la adopción de servicios gestionados (MSP) porque el mercado de servicios gestionados sigue creciendo a doble dígito, impulsado por la complejidad de las tecnologías y la falta de talento especializado en muchas organizaciones.
En este sentido, nuestra estrategia de canal sigue poniendo en el centro a los partners MSP, ofreciéndoles herramientas integradas y una plataforma unificada de seguridad para simplificar la gestión y aumentar su rentabilidad.
La consolidación del trabajo híbrido y remoto plantea nuevos desafíos, especialmente en la protección de redes y endpoints. WatchGuard continuará desarrollando soluciones avanzadas, como nuestra suite de Zero-Trust Network Access (ZTNA), para abordar las necesidades de un entorno cada vez más distribuido.
“Reforzaremos nuestra oferta de formación y herramientas de concienciación, en colaboración con nuestros partners, para ayudar a las empresas a crear una cultura sólida de ciberseguridad”
Este año reforzaremos nuestra oferta de formación y herramientas de concienciación, en colaboración con nuestros partners, para ayudar a las empresas a crear una cultura sólida de ciberseguridad.
Este año nuestro objetivo no es solo mantenernos como un referente en ciberseguridad, sino liderar el mercado ayudando a las empresas a ser más seguras, resilientes y a estar más preparadas para afrontar el futuro digital.
Para ello, la estrategia de WatchGuard es seguir simplificando y democratizando la seguridad, ofreciendo herramientas que sean fáciles de usar y accesibles para todos.