Mario García, director general de Check Point para España y Portugal, indica la capacidad de trabajar en remoto como una de las grandes “lecciones” aprendidas en 2020. Asimismo, subraya la importancia que ha tenido la ciberseguridad, y es que “las empresas han comenzando a tomar conciencia de la importancia de proteger todos sus dispositivos, redes e infraestructuras”. García nombra la seguridad y la concienciación sobre la importancia de contar con estrategias de seguridad como tendencias en las que poner el foco durante 2021.
En el excepcional 2020 que hemos vivido, en el que todas las empresas se han tenido que adaptar y reinventarse para garantizar su continuidad de negocio y en el que muchas compañías se vieron obligadas a parar, el sector TIC fue declarado sector esencial, ¿qué beneficios traerá esto en los próximos 12 meses? ¿Qué cree que han aprendido las organizaciones durante estos meses de incertidumbre?
El sector TIC ha surgido como un elemento clave para que el mundo empresarial no se parase por completo. La migración de infraestructuras y procesos a entornos digitales como consecuencia de la implantación del trabajo en remoto ha sido uno de los mayores hitos del pasado año. De hecho, precisamente la capacidad de teletrabajar ha sido una de las grandes “lecciones” aprendidas por las empresas ya que ha puesto de manifiesto la importancia de la digitalización de los negocios.
Por otra parte, creo que, dentro del sector tecnológico, la ciberseguridad ha sido uno de los negocios que mejor ha respondido ante esta crisis. En muy poco tiempo, las empresas han comenzado a tomar conciencia de la importancia de proteger todos sus dispositivos, redes e infraestructuras de los riesgos existentes en el mundo virtual. Como consecuencia, no sólo han mejorado su nivel de seguridad, aunque todavía hay un amplio margen de mejora, sino que han impulsado un sector como el nuestro que, en este 2021, seguirá siendo clave para el bienestar de las empresas a la hora de proteger entornos cloud, dispositivos móviles, etc.
A día de hoy resulta complicado hacer unas previsiones para el 2021, ya que todo va ligado a la llegada de la vacuna y la “normalización” de la actividad. Pero, en el caso concreto de Check Point, ¿cuáles serán las líneas de negocio que desean impulsar?
No cabe duda de que el 2021 estará marcado por la evolución de la pandemia. Sin embargo, sí se pueden atisbar algunas tendencias. En nuestro caso, estas previsiones van en concordancia con las líneas de negocio que queremos impulsar de cara a este año y que se engloban en 3 grandes áreas.
En primer lugar, se encuentra la seguridad a nivel corporativo (datos, redes, dispositivos, etc.). Según nuestros informes, la crisis del coronavirus ha generado que el 95 % de las empresas haya afrontado retos de seguridad adicionales al tener que trabajar en remoto. Entre las principales preocupaciones asociadas se encuentran los riesgos de seguridad y los cambios necesarios para facilitar el teletrabajo (61 %), la seguridad de los accesos en remoto (55 %) y la protección del endpoint (49 %). Asimismo, nuestro “Cloud Security Report 2020” desvela que la nube es uno de los principales quebraderos de cabeza para las empresas, ya que el 75 % afirma estar preocupada o muy preocupada por la seguridad cloud. Todo esto hace que, en 2021, nuestro objetivo sea el de potenciar nuestras líneas de producto para la protección de activos corporativos como los terminales móviles, el correo electrónico, las infraestructuras en la nube, el uso de VPN, etc.
En segundo lugar, hay que entender que la tecnología sigue avanzando, y 2021 traerá nuevos retos como las redes 5G. La llegada de la nueva generación de redes de telecomunicaciones trae consigo un nuevo entorno de alta velocidad e hiperconectividad y supone también la oportunidad para lanzar ataques con el objetivo de bloquear las conexiones entre dispositivos. Los equipos con funciones wellness recogerán información sobre el usuario (ritmo cardiaco, etc.), los coches incluirán funciones para controlar el movimiento de otros vehículos o peatones y las ciudades inteligentes podrán recabar información sobre los hábitos de sus ciudadanos. Este volumen de datos tan masivo necesitará altos niveles de seguridad para evitar robos o filtraciones, por lo que es clave proteger todo lo que nos rodea.
Finalmente, es clave seguir desarrollando un trabajo de concienciación sobre la importancia de contar con estrategias de seguridad basadas en la prevención, no sólo contra las ciberamenazas ya conocidas, sino contra nuevas variantes. El pasado año hemos visto cómo ha aumentado el uso del ransomware: en España creció un 160 % en el tercer trimestre, sobre todo debido a la vuelta de tuerca que han dado los ciberdelincuentes con nuevas variantes como la doble extorsión, que consiste en publicar algunos de los datos robados en la dark web para aumentar así su nivel de intimidación. Todo esto hace que este año, uno de nuestros principales objetivos sea concienciar a las empresas de que en ciberseguridad no hay segundas oportunidades, por lo que hay que apostar por un enfoque proactivo basado en la prevención de amenazas.