¿Saben las empresas qué tipo de almacenamiento de datos es el que más les conviene? Teniendo en cuenta que las organizaciones están cambiando su estrategia, pasando del entorno cloud al on-premise en un 72 % en los próximos tres años, según un estudio llevado a cabo por Cloudera a más de 800 empresas, esta compañía nos da las claves para decidir correctamente el entorno más eficiente, aunque reconocen que en función de la naturaleza del negocio y las características de los datos, el almacenamiento local o en la nube podrán aportar más o menos ventajas a la empresa.
Para los que se pregunten la razón de este cambio del cloud al on-premise, desde Cloudera manifiestan que a la hora de planificar una estrategia de gestión del dato hay diferentes variables que hacen del entorno on-premise una opción muy atractiva. El coste y las normativas de datos son los principales impulsores de esta tendencia. Un punto importante es el económico ya que un gran número de empresas han percibido que al aumentar su escalabilidad el coste de la nube aumenta significativamente.
Cloudera recomienda adoptar un enfoque desde el punto de vista de las cargas de trabajo para planificar migraciones efectivas y antes de decidir entre nube y alojamiento en casa del cliente, tener una clara imagen de los datos y cargas de trabajo que la empresa maneja. De esta manera las compañías podrán observar el rendimiento de las mismas antes de tomar una decisión. Las que son más predecibles y consumen un nivel relativamente estable de recursos suelen ser más baratas de ejecutar in situ, sin embargo un servicio más variable orientado al cliente puede gestionarse mejor en la nube por su elasticidad, señalan.
Cumplir con las regulaciones es otra razón de peso. Muchas veces la decisión a la hora de almacenar los datos está influida por las regulaciones en materia de soberanía del dato. La gestión adecuada de la gobernanza y soberanía es crucial, especialmente para aquellas que operan en sectores altamente regulados, por lo que son muchas las organizaciones que optan por mover sus datos de vuelta a servidores on-premise con el fin de tener el control sobre la localización de los datos. Para incrementar el control sobre los mismos es fundamental que las empresas tengan políticas de seguridad cohesionadas en todos los entornos en los que operan e implementar una serie de normativas globales definidas.
Coste y flexibilidad están en el punto de mira ya que si bien la nube se ha considerado como uno de los sistemas más ágiles y flexibles, el coste aumenta a medida que se escala. Desde Cloudera inciden en que el principal error es asumir que el beneficio del salto a la nube reside en este factor cuando, en realidad, la ventaja está en la flexibilidad que ofrece la nube frente a sistemas on-premise.
Todo ello aprovechando las nuevas arquitecturas de datos para generar valor.