Nada ni nadie se impone a la nube. El entorno, repleto de bondades y ventajas, señala el horizonte tecnológico para muchas empresas. Sin embargo, no todo es susceptible de elevarse a la nube, ni la totalidad de la estrategia que marca la compañía debe morar en ella. Se impone, por tanto, una línea de actuación en la que prime la racionalidad y en la que los integradores, aliados del canal mayorista, sepan jugar la baza de la rentabilidad y la eficiencia.
La nube, por tanto, señala el horizonte pero, a juzgar por lo que marca el mercado, debe buscar el equilibrio con la seguridad y la confortabilidad que ofrecen los cubículos privados.
Crayon, NFON, OVHcloud y V-Valley debaten de este entorno.