La ciberseguridad es una de las áreas en la que más ventajas se puede extraer del uso de la inteligencia artificial. Claudia Aragonés-Chaves, inside systems engineer de Fortinet, explica que los sistemas pueden entrenarse “para permitir la detección automática de amenazas, generar alertas, identificar nuevos tipos de malware y proteger los datos sensibles de las empresas”. Con su aplicación, se gana en inteligencia. “Es posible buscar características de los ataques, analizar datos para autenticar usuarios y descubrir pistas sobre la identidad de determinados atacantes para una defensa más automatizada e inteligente”.
La política de canal de Fortinet, en la que está incluida Arrow como uno de sus mayoristas, está encaminada a que sus partners aprovechen todas las capacidades de esta tecnología. Además de la provisión de soluciones de seguridad avanzadas, el fabricante cuenta, entre otras, con iniciativas de capacitación, herramientas de gestión centralizada y una oferta de servicios gestionados, lo que, como indica Aragonés-Chaves, “ayuda a suplir, en cierta medida, la falta de recursos especializados en ciberseguridad”.