Wolters Kluwer ha tenido una evolución positiva en 2020, a pesar de las dificultades, según se desprende de los resultados presentados por la compañía. Su cifra de negocio se situó en 4.603 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1 % en moneda constante y un 2 % de crecimiento orgánico.
En el terreno de digital y servicios creció orgánicamente un 4 %, lo que supone el 91 % de la cifra total del negocio, mientras que el formato impreso descendió un 16 %. El negocio recurrente también creció un 4 %, mientras que el no recurrente descendió un 8 %.
La compañía ha señalado que la covid-19 ha afectado principalmente a los formatos impresos, los formatos no recurrentes y las nuevas ventas.
El margen operativo ajustado se cifró en 1.124 millones de euros, lo que supone un incremento del 5 % en moneda constante. Y su margen de beneficio operativo ajustado aumentó 80 puntos básicos hasta el 24,4 %.
Wolters Kluwer ha logrado mantener las inversiones en el desarrollo de productos y marketing, gracias al ahorro de costes. Y, al mismo tiempo, ha impulsado iniciativas de eficiencia para mejorar los márgenes.
Su cash flow alcanzó los 907 millones de euros, lo que supone un incremento del 16 % en moneda constante, mientras que su posición financiera se mantiene sólida ya que la deuda neta sobre EBITDA fue de 1,7 veces a fin del ejercicio 2020.
El retorno del capital invertido (ROIC) mejoró hasta el 12,3 % y el dividendo total propuesto para 2020 es de 1,36 euros por acción, un 15 % más.
Nancy McKinstry, CEO y presidente del comité ejecutivo, explicó que los empleados “aceptaron el reto de 2020, dedicándose a las necesidades de los clientes y cumpliendo nuestras prioridades estratégicas”. La directiva reconoció que la pandemia frenó las nuevas ventas pero espera que la recuperación a los niveles anteriores de crecimiento sea gradual y confía en sus “previsiones a largo plazo”.
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