Solo el 12 % de los materiales que se utiliza en la industria europea proceden del reciclado. Una cifra, claramente insuficiente, y que alienta el desafío que tenemos por aplicar, cada vez más, una economía circular en los procesos de negocio de las empresas y los Gobiernos. Y, por supuesto, en las prácticas de los consumidores.
El resto, un 88 %, procede de una lógica extractiva, que consume, de manera directa, los recursos de nuestro planeta que año tras año acorta la fecha en la que finaliza lo que se debería consumir en 365 días. Vivimos “de prestado”: nuestro planeta no se regenera al mismo ritmo que se consumen sus recursos; lo que hace que éstos se reduzcan de manera inexorable.
La receta para aliviar este problema incluye, entre otras iniciativas, la implantación de los modelos de economía circular basados en el reciclaje, la reutilización y la reparación. Una fórmula que, además, incentiva la innovación ya que lleva a las empresas al desarrollo de otro tipo de componentes, para asegurarse el cumplimiento de este círculo, y al del número de materiales que se pueden reciclar.
Se impone también la puesta en marcha de sistemas que incentiven la devolución de aquellos dispositivos que ya no se utilizan, para que pudiesen reincorporarse a los ciclos productivos. Se recuperaría, por tanto, una riqueza que hoy está perdida.
El consumible original es “circular”
El consumible original es miembro longevo en estos procesos. En el caso de HP la capacidad circular de sus consumibles alcanza el diseño, la fabricación, el reciclado y la posterior reutilización de los mismos. Un proceso que, en la actualidad les permite asegurar que el 80 % de sus consumibles de tinta y el 100 % de sus consumibles de tóner son reciclados. Dos cifras, inapelables, si las comparamos con el hecho de que prácticamente el 97 % de los consumibles no originales acaba en un vertedero. Sin posibilidad de reciclado ni reutilización. Y consumiendo “recursos”.
Bandera de negocio
En un mercado cada vez más preocupado por aliviar la carga de recursos que extraemos al Planeta, las empresas que practican una economía circular exhiben un mayor atractivo para el consumidor. HP, acuciada por este enfoque sostenible, ha sido completamente disruptiva en determinados procesos de negocio para asegurar este círculo de excelencia. Y la filosofía sostenible que tiene el consumible original es una bandera de negocio.
Unos procesos que, además, permiten captar la atención de unos clientes que cada vez están más preocupados por no robar ni un ápice de recursos más al planeta de los necesarios. Un dato: para el 85 % de los consumidores millennials es un aspecto fundamental que valoran cuando apuestan por una empresa. Cada vez más la propuesta de una empresa no es solo el producto que vende, sino su propuesta de valor y el compromiso con la sociedad. Y en este caso, los recursos del Planeta.